? El valenciano se muere en Buenos Aires. En el principal destino de la emigración valenciana a Argentina, es difícil oir hablar nuestra lengua propia en personas de menos de 80 años. Los que todavía se aferran al mejor recuerdo que tienen de su lugar de origen son aquellos que hace seis décadas zarparon del puerto de Valencia rumbo a la entonces todavía próspera Argentina de Perón. Huyendo de una España en la que aún reinaban las cartillas de racionamiento y el estraperlo, se convirtieron en el último gran contigente de españoles que cruzaron el "Charco" en busca de una vida mejor, una inmigración que tuvo su apogeo entre finales del siglo XIX y el primer tercio del pasado siglo.

La doctora argentina en Lenguas Modernas, María del Carmen Alonso, hija de valencianos que emigraron a Argentina en 1952 aborda en su libro "Los valencianos en Buenos Aires" (Editorial Denes), que presentó ayer en Valencia, la evolución de la lengua de Ausiàs March en la capital argentina. Alonso relata que aquellos inmigrantes valencianos de los primeros años de la década de los 50, en su mayor parte procedentes de las comarcas de Valencia y Alicante, se asentaron en zonas "donde ya residían otros valencianos, especialmente Buenos Aires y la provincia noroccidental de San Juan, fronteriza con Chile".

Esta concentración provocó que nunca perdieran su lengua. "Siempre hablaban en valenciano cuando se reunían con familiares y amigos con los que compartían su origen, y mantuvieron su lengua vernácula en los frecuentes matrimonios entre valencianos", apunta la investigadora. Alonso recuerda que muchas de estas parejas se formaron en El Micalet, el primer centro valenciano que tuvo la ciudad del río de la Plata.

Paellas en El Micalet

Fundado a finales del siglo XIX, El Micalet era lugar de reunión obligado para la pequeña Valencia porteña. Alrededor de sus paellas Cupido hizo horas extras. Allí fue donde se conocieron los padres de la autora del libro, que habían llegado a Argentina desde Salem y Pego.

Alonso relata que el valenciano "se mantuvo como lengua familiar, pero estos inmigrantes siempre hablaban a sus hijos en castellano, que era la lengua que aprendían en la escuela". Esta circunstancia ha hecho que la primera generación de estos valencianos que llegaron a Argentina en los 50, como es su caso, "entiendan la lengua de sus padres, pero no la hablen". Mientras que la segunda generación, los nietos, "sólo conservan los nombres de los platos y tradiciones de sus abuelos como el "arròs al forn"..."

Entre las más de 50 personas que acudieron ayer a la presentación del libro había muchos emigrantes a Argentina que han hecho el camino de vuelta, como José Luís de Juan, quien viajó junto a sus padres a Buenos Aires en 1949, cuando tenía tres años, y no volvió hasta 39 años después. De Juanes, cuyos padres eran de Russafa, cuenta que "de puertas para dentro de nuestra casa en Argentina, solo se hablaba valenciano". Un recuerdo que comparten el matrimonio formado por Carlos Torrens y Consuelo Verdú. Ambos han vivido 33 años en Buenos Aires. "Los valencianos nos ibámos buscando unos a otros para poder hablar nuestra lengua", apunta Carlos.

El consulado español en Buenos Aires tiene registrados unos 5.000 valencianos, de los cuales apenas 1.400 han nacido en la C. Valenciana. Alonso apuesta por promocionar clases de valenciano en Buenos Aires con el fin de que el idioma no se pierda entre los descendientes de los emigrantes: "¿A quién no le gustaría entender y hablar la lengua de sus padres y abuelos?"

Conflicto lingüístico al otro lado del "Charco"

El conflicto lingüístico traspasa fronteras. Al otro lado del "Charco", la cuestión de la unidad de la lengua cobra más fuerza incluso que aquí. Según la encuesta a los emigrantes de origen valenciano que residen en Buenos Aires que ha realizado la investigadora Mª Carmen Alonso , el 91% de ellos rechaza que valenciano y catalán sean la misma lengua, un porcentaje que en la C. Valenciana no alcanza el 79%. Además, el único centro valenciano que pervive en Buenos Aires, la Falla El Turia, y el Casal de Catalunya, no mantienen ninguna relación. Alonso cuenta que "el presidente del casal catalán llama a los valencianos "catalanes del sur" y el dirigente de El Turia "valencianos del norte" a los catalanes". ¿Les suena?.