El Consell que preside Francisco Camps no ha tenido más remedio que apuntarse a la ola de los recortes salariales y aplicar a sus altos cargos un tijeretazo en las nóminas de hasta un 15%. La decisión, adelantada ayer por Levante-EMV, se tomó ayer en el pleno del Consell a pesar de las reticencias internas que la medida había despertado en el Ejecutivo y en el segundo escalón, cuyas retribuciones llevan congeladas tres años y son de las más bajas de España. El propio vicepresidente de Economía, Gerardo Camps, encargado de diseñar el ajuste, era contrario a seguir la recomendación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de acompañar el recorte a los funcionarios públicos con una bajada en los salarios de los altos cargos. De hecho, Gerardo Camps expresó públicamente su negativa y lanzó una contrapropuesta consistente en que todos los responsables públicos igualarán su nómina a la de los altos cargos de la Generalitat.

Sin embargo, el goteo constante de recortes de sueldo en otros gobiernos autonómicos -el último en apuntarse fue el gallego Nuñez Feijóo- ha puesto al Consell en la tesitura de aguantar el tipo y asumir el desgaste de ser de ser el único gobierno que no hace más sacrificios en este terreno o, como finalmente ha ocurrido, ceder a la presión. El presidente Francisco Camps, que personalmente explicó los recortes a su equipo, ha visto claro que la Comunitat Valenciana no podía quedarse atrás en la carrera por la austeridad.

"Si hay que predicar con el ejemplo, no hay mejor ejemplo que el de la Comunitat Valenciana", proclamó el vicepresidente económico durante la rueda de prensa posterior al Consell. "Los ciudadanos no entenderían lo contrario", confesó el titular de Hacienda, quien insistió en que la rebaja deja por tierra los salarios de los altos cargos y en algunos casos dará lugar a situaciones peculiares como que un jefe de área con cierta antiguedad cobrará más que su director general o que la diferencia en la nómina entre un secretario autonómico o un conseller sea de 16 euros al mes. En concreto, el presidente de la Generalitat y los consellers verán descontada su nómina un 15%; los secretarios autonómicos un 10%; los subsecretarios un 9% y los directores generales un 8%. Así, las cosas Camps pasará a cobrar 67.615 euros brutos anuales y los vicepresidentes y consellers 57.599. La Conselleria de Economía facilitó un cuadro comparativo con datos de la nómina de los altos cargos del Estado y las comunidades de Andalucía y Cataluña una vez aplicados sus propios descuentos. El conseller incidió que tras el recorte el Consell "tendrá el honor de ser el que menos cobra", ya que se sitúa por debajo de Cantabria, comunidad que registraba los salarios más bajos, pero que se ha aplicado un recorte inferior al 15%. Eso sí, el conseller no ocultó su incomodidad por haber tenido que adoptar esta medida: "Este conseller de Hacienda ni vale ni trabaja la mitad que otros", dijo en alusión a Cataluña, donde el sueldo de un conseller es de 107.000 euros frente a los 57.000 que cobrará el Gabinete del presidente.

Aunque muchos altos cargos encajaron el acuerdo con deportividad, otros se quejaron en privado y auguraron que más de uno volverá al sector privado.