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Un cableado de 237 kilómetros de longitud y profundidades de hasta 1.485 kilómetros atraviesa el Mediterráneo para garantizar el suministro eléctrico a las Balears desde el Camp de Morvedre. Esta espectacular conexión eléctrica ha sido bautizada como Proyecto Rómulo y ha sido construida por Red Eléctrica de España (REE) con una inversión total que superará los 420 millones de euros.

La compañía eléctrica se ha embarcado en esta costosa actuación para garantizar un suministro eléctrico de calidad a las Balears, reducir el coste de la factura eléctrica y la dependencia de las islas a las centrales de carbón, gas y fuel. Aunque los beneficios también «revertirá en la fortaleza del sistema peninsular» porque permitirá el retorno de electricidad en caso de energía sobrante en Baleares.

La infraestructura consiste en tres cables de un diámetro de unos diez centímetros cada uno. Dos de ellos transmiten corriente eléctrica contínua de 200 megavatios (MW) cada uno. El tercer cable es el que permite el retorno de la electricidad sobrante lo que «aumenta la disponibilidad de energía». Los 400 MW de energía partirán de la subestación Morvedre en Sagunt, (una cuarta parte procederá de energías renovables). «Un total de 244 kilómetros después la línea se conecta al sistema eléctrico balear a través de la subestación de Santa Ponsa en Calvià, donde la tensión de la red es de 220 kilovoltios (kV), y desde también partirán conexiones al resto de isla», explican fuentes de Red Eléctrica de España.

La construcción del Proyecto Rómulo ha sido un reto porque carece de empalmes en todo el trazado. Dos buques, Giulio Verne y Skagerrak, han tendido el cable que surca el Mediterráneo a lo largo de 237 kilómetros. Una vez extendida la conexión unos robots de control remoto «entierran el cable bajo el lecho arenoso mediante un sistema de agua a alta presión». Cuando llegan a la costa «flotadores, barcas auxiliares y submarinistas sitúan los largos cables en la posición adecuada». Ya en tierra firme la línea eléctrica discurre soterrado a lo largo de tres kilómetros, aproximadamente, hasta alcanzar las respectivas subestaciones de Morvedre y Calvià. La interconexión eléctrica entrará en funcionamiento a principios de 2011. REE ha compensado a la Cofradía de Pescadores de Sagunt con 495.000 euros por las molestias que les han causado la instalación del cableado.