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En un mundo dominado por hombres, de esos de placa y pistola, cada vez más mujeres optan por servir a sus ciudadanos a pie de calle como policías locales. Algunas de ellas van más allá y, superando las barreras propias del sector, han logrado situarse al frente de una plantilla de policía municipal. Son pocas sí, pero vienen pisando fuerte, demostrando que en ocasiones son incluso más resolutivas que un hombre. Y es que siempre se ha dicho que las mujeres tienen un sexto sentido. Quizás sea esta su arma secreta para triunfar en su lucha contra la delincuencia.

En la actualidad cinco municipios de la provincia de Valencia cuentan con una mujer como jefa de la Policía Local. En Albuixech, Llosa de Ranes y Castelló de Rugat las órdenes las dan ellas. En Bicorp y Yàtova son sencillamente las únicas integrantes del cuerpo municipal. La diferencia entre el número de hombres y mujeres dentro de la policía sigue siendo abismal. En concreto, en la Comunitat Valenciana sólo el 15 por ciento de los policías locales son mujeres. La cifra todavía es menor a lo que a cargos se refiere -sólo el 3 por ciento ocupan puestos de mando-. Las protagonistas de este reportaje reconocen que son pocas pero confían en que "el tiempo hará que los manos se equiparen entre hombres y mujeres".

La presencia de la mujer en los cuerpos de policía se ha normalizado hoy en día, pero "todavía nos queda mucho que labrar", reconoce María José Gil, oficial jefa de Albuixech. "Estamos igual de preparadas pero en la calle te ponen más a prueba, por el simple hecho de ser mujer", explica Raquel Manzano, jefa de Llosa de Ranes.

La psicología femenina

Respecto a las diferencias a la hora de trabajar de un hombre y una mujer, las policías entrevistadas coinciden en señalar que las mujeres son quizás más ordenadas en su trabajo. "Físicamente, por regla general, el hombre tiene unas aptitudes físicas más desarrolladas, pero las mujeres contamos con la psicología femenina", explica Raquel. Esto les permite solucionar algunos conflictos mediante la palabra sin llegar a hacer uso de la fuerza física.

"La distinción entre mujeres y hombres policías no existe". "Al principio sí porque la gente no estaba acostumbrada, pero hoy por hoy eso ya está superado", asegura Sandra Sotos, jefa de Bicorp. "Para mí una mujer trabaja mejor que un hombre", confiesa convencida. Eso sí, las claves son "que te guste tu trabajo y encontrar cada día una motivación", confiesa Sandra.

En ocasiones compaginar la vida familiar con la laboral supone un reto añadido a estas policías. En el caso de Lourdes, actual jefa de la Policía Local de Castelló de Rugat, su embarazo coincidió con las oposiciones a agente. "Con una barriga de siete meses era imposible que hiciera las pruebas físicas". Para colmo, aunque tenía superadas las físicas de Xeraco, éstas habían caducado hace un mes y no pudieron convalidárselas.

El cargo de jefatura conlleva una serie de responsabilidades que hacen que la policía deba estar las 24 horas en activo. "El teléfono corporativo tiene que estar siempre encendido". "No tengo vida social", confiesa Lourdes, quien además cada día tiene que hacer 70 kilómetros para llegar a su trabajo.

Casos de violencia machista

A nadie le gusta que le pongan una multa, pero si encima es una mujer quien la tramita, a algunos "machitos" les sienta fatal. "Cuando trabajas un sábado por la noche y ven llegar a una mujer se ponen chulos" -confiesa Lourdes- "hasta que aparece tu compañero y el machito de turno se calma".

En cambio, en los casos de violencia machista las policías llevan la delantera. "Una mujer siempre se va a abrir más con otra que con un hombre". "Pasa igual con los menores, también confían más en una mujer policía", argumenta la jefa de Llosa de Ranes.

"He comprobado que las policías tenemos mayor cercanía con las mujeres maltratadas". "Una víctima de malos tratos te puede confesar cosas que a un compañero no le contaría". "La sientes más cómplice, al ser mujer se le olvida que eres policía", explica maría José Gil.