El uso de las Visa oficiales es siempre un riesgo, en la medida en que constituye una peligrosa tentación para los gestores públicos. Y si no, que se lo pregunten al ex concejal del PP en Mallorca Javier Rodrigo de Santos, que abonó servicios en clubes de alterne con la tarjeta. Aunque no pueda compararse con este caso, en la Comunitat también hubo un escándalo con la Visa. Lo protagonizó el ex director del Instituto de Finanzas José Manuel Uncio. El 7 de junio de 2005, el PSPV denunció que con este medio se habían pagado joyas, regalos en listas de boda de 300, 500 o 600 euros y artículos de lujo en 2003. No sólo eso, sino que en el expediente aparecieron compras de discos, charcutería, cuchillas de afeitar, gel y hasta una aportación de 150 euros por la boda de la hija del alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus. Uncio, quien por esas fechas ya no estaba en el IVF, tuvo que devolver al erario 6.794 euros. La Fiscalía del Estado, contra el criterio del fiscal de Valencia, acabó archivando la denuncia.