La Conselleria de Educación, responsable del área de Política Lingüística de la Generalitat, ha recortado este año el 46% de las subvenciones destinadas a las asociaciones cívicas y los comercios que realicen actividades de promoción del uso del valenciano. El tijeretazo, iniciado a principios de año con sendas rebajas en cada línea de ayudas, se agravó ayer con una inesperada minoración en la línea de subvenciones a las asociaciones. El recorte fue publicado por sorpresa en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana. Tras esta última reducción, las ayudas han pasado en un solo año de 1.112.000 euros a 603.460 euros.

En concreto, los colectivos cívicos pierden el 55% con respecto a 2009 y recibirán, en conjunto, 278.460 euros. Las empresas, industrias y comercios, por su parte, ven rebajada la ayuda a la promoción de la lengua propia hasta los 325.000 euros.

¿Qué efectos puede tener esta reducción De entrada, que las calles de la Comunitat Valenciana sean a simple vista menos valencianas. El motivo es que las partidas presupuestarias ahora rebajadas tienen entre sus principales objetivos subvencionar la rotulación exclusiva en valenciano de las dependencias, productos, objetos y documentación de empresas y asociaciones valencianas. Con ello se persigue prestigiar y normalizar la lengua propia. Ahora, sin embargo, habrá menos dinero (léase estímulos) para rotular en valenciano.

No es el único frente que sufrirá una regresión por este tijeretazo que ha ordenado la conselleria que dirige Alejandro Font de Mora. En el caso de las asociaciones, además de cofinanciar rotulaciones, estas pequeñas ayudas les sirven para promover cursos de enseñanza del valenciano a adultos y otras actividades que favorezcan el uso de la lengua de Ausiàs March en la entidad o en la población en general. También estas acciones se resentirán en un momento en el que la crisis, por sí misma, está debilitando todas estas iniciativas.

La minoración publicada ayer en el DOCV ha repetido el sistema de recorte sufrido por las escuelas de música la semana pasada: a principios de año se aplica una rebaja con respecto a la subvención del año anterior, y a la mitad del ejercicio se asesta otro recorte.

En el ámbito político, la diputada de Esquerra Unida Marga Sanz criticó ayer la medida y acusó al Consell de querer "condenar al ostracismo" el valenciano.

El presidente de Escola Valenciana, Diego Gómez, acusó ayer a Francisco Camps y al conseller Font de Mora de estar llevando a cabo "un exterminio del valenciano para recluirlo en el ámbito familiar y coloquial". En declaraciones a este diario, Gómez afirmó que la minoración conocida ayer "es otro síntoma denigrante para la promoción de la lengua propia que se suma a otros recortes recientes en el concurso literario de la Fundació Sambori, el festival Inquiet de cine en valenciano, el teatro y la producción audiovisual en valenciano, y otras decisiones como el decreto de Educación que pretende limitar el valenciano a dos asignaturas en Primaria o la falta de oferta de la enseñanza en lengua propia".

Todo ello, según manifestó el dirigente del colectivo cívico que organiza las Trobades y que más vuelo ha tomado en la última década en el campo del valencianismo lingüístico, no es fruto de una coyuntura de crisis, sino de una campaña política "contra la normalización del valenciano" que persigue "rentabilidad política". Para hacerle frente, Diego Gómez anunció ayer que Escola Valenciana organizará una movilización a principios del próximo curso que confluirá en un gran acto de repulsa a la política del Consell el próximo 9 d'Octubre. p. cerdàvalencia