La agencia considera que la calificación crediticia actual sigue reflejando una visión "positiva" sobre el grado de soporte del entorno institucional del que se favorecen las comunidades autónomas españolas, con el apoyo financiero que el Gobierno ha suministrado ante las tensiones presupuestarias a nivel regional. Asimismo, Standard & Poors asegura que "refleja una liquidez satisfactoria que se favorece de un acceso históricamente fluido a los mercados y de amplias líneas de crédito, si bien la región debe hacer frente a un remanente de tesorería negativo relevante".