Rafel Montaner

valencia

Fotos de josé aleixandre

"¡Ya puedes decir que has subido a un Ferrari!" Le dice exultante Alfonso a su hijo Yago mientras el joven baja feliz de un monoplaza de Fórmula 1 de la mítica marca italiana. Sobre el volante, un monitor, permite emular las sensaciones que vive Fernando Alonso a más de 300 kilómetros por hora.

Son de Logroño y han venido a pasar unos días en Valencia, donde el chaval, "ferrarista" desde mucho antes que Alonso se subiera a lomos del "Cavallino Rampante", ha tenido la suerte de encontrarse en su visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias con los 13 bólidos más legendarios que han salido de la fábrica de Maranello en las últimas seis décadas.

Los sueños de Enzo Ferrari dormirán bajo las arquerías del Museo Príncipe Felipe diseñado por Santiago Calatrava hasta el próximo 28 de junio, un día después de que dejen de tronar los motores de sus sucesores por las calles de Valencia.

Y es que esta exposición de la "Galleria Ferrari", el museo oficial de la "Scuderia", ha desembarcado en el ícono turístico por excelencia del Cap i casal con motivo del próximo Gran Premio Telefónica de Europa de Fórmula 1 que acogerá la ciudad el próximo fin de semana para deleite de turistas y "tifosi".

Un paseo por la historia

Entre estos últimos se encuentra Pascual Segovia, estudiante de Administración de Empresas (ADE) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Este joven de Alzira, que visita la muestra junto a un nutrido grupo de compañeros de la UPV y la Universitat de Valencia, se muestra como el mejor guía para los profanos en la "marea roja".

Así, nos lleva ante el 312T2 con el que Niki Lauda podría haber ganado su segundo campeonato del mundo si el 1 de agosto de 1976 la muerte no le hubiera esperado en el circuito alemán de Nürburgring. El piloto sufrió terribles quemaduras al incendiarse su coche. Pese a que un sacerdote le administró la extremaunción a pie de pista, Lauda volvió a subirse a su Ferrari seis semanas después.

La siguiente parada la hace frente al 312T4 con el que los de Maranello ganaron en 1979 su último titulo de pilotos antes de una larga sequía de 21 años que sólo rompería Michael Schumacher en 2000. El "ferrarista" alcireño se emociona ante el F2000 con el que el Kaiser hizo que el caballo negro volviera a encabritarse en lo alto del podium. "Aquello fue un paseo militar", recuerda mientras mira el bólido, consciente de que no podrá decir lo mismo del coche de Alonso en próximas exposiciones. "Los Red Bull están muy fuertes, no creo que pueda hacer nada", lamenta.

Entre turistas portorriqueños, griegos y unas jovenes que no paran de fotografiarse junto a los coches, Luis Alberto, un joven de Córdoba que ha llegado a Valencia para participar en un congreso de tatuadores opina que "estaría bien" que alguien le pidiera que le tatuase un "Cavallino Rampante".