Materiales reutilizados, trozos de tela, muestrarios de cortinas o tapicerías son algunos de los elementos que se utilizaron para crear los diseños de moda que ayer desfilaron por el Centro Cultural la Beneficencia.

La organización Setem quiso sensibilizar así a los valencianos sobre la importancia del reciclaje y la reutilización de materias para confeccionar ropa y complementos y el comercio justo. Para ello, alumnos de l'Escola d'Art i Superior de Disseny d'Alcoi (EASD) mostraron sus creaciones sobre la pasarela. En sus diseños no hay material nuevo, ni siquiera les permitieron comprar botones o hilo para confeccionarlos, todos estan creados con materiales reciclados.

Esta iniciativa buscaba demostrar que la moda puede y debe sustentarse en un sistema de producción respetuoso con el medio ambiente y de esta forma demostrar a la vez las posibilidades comerciales que tiene este sistema de producción.

Sesenta y nueve modelos desfilaron ayer por esta pasarela de moda justa en la que se pudieron ver creaciones de todos los estilos: desde colecciones inspiradas en las muñecas y los años 50, prendas reconstruidas con tejanos cortados y transformados, piezas que reflejan el ámbito rural valenciano, un vestido de novia reciclado o incluso creaciones más experimentales y alternativas basadas en la II Guerra Mundial y los campos de concentración como la que presentó Xavier Moreno. Para todos ellos la posibilidad de mostrar sus diseños sobre la pasarela es "una oportunidad de que reconozcan nuestro trabajo de alguna manera". Los espectadores, en general, calificaron las colecciones de creativas, atrevidas, sugerentes, interesantes, atractivas e incluso curiosas. Algunos, como Gumer del Olmo, afirmaban que, sin duda, comprarían alguna de las piezas; otros, como Cristina Pérez, se sorprendían del hecho de que no compraran nada para confeccionarlos y apoyaba la iniciativa de crear ropa a partir de otra que ya no nos ponemos, y otros, como Gloria Pozuelo o Alessandra González, destacaban la presencia de "modelos reales" sobre la pasarela.

Los modelos que desfilaron eran en su mayoría ciudadanos de a pie, inmigrantes o personas con discapacidad que no cumplían los estándares del "90-60-90", pero que pusieron muchas ganas y entusiasmo luciendo con soltura cada una de las prendas de la colección.

Además de los alumnos del EASD y de dos colecciones presentadas por alumnos de final de carrera, también desfilaron diseños de marcas como Rudraksha, que vende prendas elaboradas por una cooperativa de mujeres en la India o Mil.luna, firma lanzada por Cáritas a partir de un proyecto de inserción de mujeres con riesgo de exclusión social.

Tras el exitoso desfile, los asistentes pudieron disfrutar de una degustación de productos justos y ecológicos, libres de pesticidas y cualquier tipo de agente tóxico. Son productos cultivados de manera tradicional y que han crecido de forma natural que también buscan concienciar a la gente sobre el origen de los artículos que se consumen a diario.