La ola de la bajada generalizada de sueldos de los políticos, a raíz del decreto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 20 de mayo e incubado al calor de la crisis, pasó ayer por la Diputación de Valencia. Hubo unanimidad de los tres grupos (PP, PSPV y Esquerra Unida) a la hora de aprobar la reducción salarial -de entre el 6% y el 10%- recomendada por la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) pero disparidad de criterios al explicar el voto. El presidente, Alfonso Rus, confesó que apoyaba la moción "por solidaridad con los funcionarios" y porque la diputación "acata" las orientaciones de la entidad que agrupa a municipios y corporaciones locales, pero quiso dejar claro que no comulga con la medida. "Tenemos mucho cinismo y por eso aprobamos esto", deslizó en el pleno.

El presidente considera que esta iniciativa, que se aplicará con fecha 1 de junio, supondrá un ahorro de 110.000 euros y eso no soluciona, sostuvo, el déficit público. Argumentó que, por contra, la bajada de sueldos proyecta la "impresión de que los políticos somos unos vividores". "La gente pensará que como estos tienen mucho dinero, pues que se bajen el sueldo", agregó. Rus dijo que se "rebela" contra esa "impresión de que nadamos en la abundancia" y reivindicó la labor del "99% de los políticos que somos gente honrada y trabajadora", que realiza su labor "con honestidad". Cuando accedió al cargo, "lo primero que hice fue bajarme el sueldo", contó. Ahora cobra 3.800 euros, un sueldo que Rus está convencido de que sería "el triple si trabajara en cualquier empresa privada".

La moción aprobada prevé rebajar el 10% el salario a Rus y a los vicepresidentes, un 9% a los portavoces, el 8% a diputados delegados y el 7% al resto de parlamentarios. Los asesores (cargos de confianza) se reducirán el 7%, salvo los del segundo nivel, que se bajan el 6%.

El portavoz socialista, Rafael Rubio, expresó su contrariedad ante la posición de Rus. "No hay que rasgarse las vestiduras. Hemos acordado los tres grupos seguir las recomendaciones de la FVMP sin cinismo de ningún tipo", señaló. "Si no está de acuerdo vote en contra o presente una alternativa", desafió al presidente, tras opinar que el recorte salarial debía aprobarse "para ser solidarios con toda la sociedad, con los funcionarios, los trabajadores, los desempleados y los empresarios que lo están pasando mal". Para el socialista, el ahorro que se producirá con esa rebaja salarial no solucionará la crisis pero "hay que arrimar el hombro".

El diputado de Esquerra Unida, Jesús León, pidió la palabra antes que Rus para abrir una vía por la que después transitó el presidente. "Quiero dejar constancia de que por primera vez me voy a hacer el haraquiri para que me rebajen el sueldo", proclamó. El único representante de EU explicó que se sumó a la huelga de funcionarios del 8 de junio porque no le parece bien la reducción "unilateral, aunque se pueda adornar de solidaridad y demás". "Si estoy en contra de bajar el salario a un funcionario, ¿por qué he de estar a favor de que me lo bajen a mí?, ¿O es que no me gano lo que me pagan?", concluyó.

Ni un euro para la Fórmula 1

Por otra parte, el diputado de deportes, Miguel Bailach, negó seis veces, en respuesta a otras tantas preguntas del socialista Rubio, que la diputación vaya a aportar un solo euro a la Fórmula 1. El séptimo "no" fue a la cuestión de si disponen de invitaciones o pases para asistir a la carrera.

El Consell Valencià de Cultura (CVC), por su parte, acordará el lunes en la comisión de gobierno, y se ratificará posteriormente en el pleno de día 28, reducir hasta el 15% el sueldo de sus miembros, congelado desde 2008 según subrayó en un comunicado el organismo que preside Santiago Grisolía. La rebaja al personal de la institución será de un 5%. El 15% se aplicará a Grisolía, al vicepresidente y al secretario, mientras que a los vocales se les bajará un 10% el sueldo.

Rus asegura que el Consell ni puede suprimir ayuntamientos

El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, aclaró ayer que la Generalitat no podrá, de oficio, suprimir por fusión ayuntamientos de menos de 500 habitantes de la Comunitat. Rus se pronunció así ante una moción del diputado de EU, Jesús León, en la que se solicitaba al Consell "la anulación de la norma que permite suprimir por fusión y de oficio" estos municipios. El presidente admitió que esta información "ha salido publicada en la prensa", pero dijo que ayer habló con el conseller de Solidaridad, Rafael Blasco, y que éste le aseguró que la ley no recoge esa posibilidad. "Se trata de que los ayuntamientos puedan mancomunar los servicios", explicó Rus, quien añadió que se pueden fusionar consistorios "en casos excepcionales" y con acuerdos plenarios.

Sin embargo, en la reunión del grupo popular previa al pleno de las Corts salió el debate de las fusiones de municipios y Blasco fue claro. "Aquí nadie se ha suicidado porque desaparezca su municipio" dijo el también portavoz. Explicó que en todo el mundo hay leyes que regulan esto, de forma que si lo piden los ayuntamientos y cumplen los requisitos de la ley de régimen local, se extinguirán los que se tengan que extinguir. Algo que, recalcó, ya ha sucedido, citando la anexión a Valencia de Benimàmet o el Grau.