La desesperación de algunos padres de alumnos que han intentado matricular a sus hijos en línea en valenciano y no han logrado la plaza o se les desvía a la de castellano llegó ayer a la Conselleria de Educación en forma de protesta y de escrito presentado en su registro de entrada.

Los casos de Edmundo Martín, Mari Luz Requena, Vicent Cardona y Joan Carles Pardo, los padres que acudieron a la conselleria, no son aislados. El presidente de la Federació Escola Valenciana, Diego Gómez, que ayer les acompañó, afirmó que "el 61,2 por ciento de las familias que matriculan a sus niños de tres años para el curso 2010-11 quieren que estudien en valenciano, pero la oferta en los colegios baja al 33%", según un informe que han elaborado al sondear 230 centros de 47 municipios, la mayoría con población de más de 40.000 habitantes.

"El Consell está vulnerando de forma muy grave el derecho de los padres y las madres a elegir qué opción lingüística de enseñanza quieren para sus hijos, puesto que de estas cifras se extrae que automáticamente a 3 de cada 10 familias que piden enseñanza en valenciano se les deniega una elección tan democrática y fundamental" aseguró Diego Gómez.

"Puntos negros" de la enseñanza en valenciano son Aldaia, Calp, Elx, Sagunt, Mislata y, sobre todo, la ciudad de Valencia donde sólo 47 centros públicos de ellos 95 existentes ofertan esta línea.

Al conocer la protesta, la conselleria afirmó en un comunicado que el número de alumnos que estudia en valenciano en la Comunitat ha crecido un 185% en la última década, ya que se ha pasado de los 74.277 alumnos en el curso 1995-1996 a los 211.436 del actual curso académico.

Educación apuntó que el informe de Escola "carece de rigor y cabe englobarlo dentro de una campaña interesada".