El fallo que ha absuelto al presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, por insultar a profesores no es el primero en este sentido. Aunque su desparpajo verbal ha llevado a Rus a sentarse hasta cuatro veces en el banquillo de los acusados, ningún juez ha encontrado motivos suficientes para fallar en su contra. Empleados municipales, portavoces de la oposición y profesores y sindicatos de la enseñanza se han sentido en alguna ocasión calumniados o injuriados por Rus. Pero en todos los casos, los jueces han absuelto a un político que "siempre" dice lo que piensa y que ha convertido su locuacidad en ventaja política.

Esta semana se ha conocido que la titular del juzgado número 2 de Xàtiva ha absuelto a Rus por llamar gilipolles a los profesores que dicen gairebé y aleshores porque los supuestos "sujetos ofendidos" no le han demandado. La jueza reconoce que son expresiones "insultantes" e "hirientes" y que con ellas llamó "tontos o lelos" a "algunos profesores" con la intención de "vejar su imagen y dignidad" para provocar "las risas y el aplauso de un público complaciente", añade la jueza, que echa de menos en la sentencia que quienes ella considera que son los injuriados no fueran los que firmaran la demanda.

En los otros tres casos, los jueces y magistrados -uno llegó al Tribunal Supremo-, reconocen que las palabras que dedicó Rus a cada uno de los dos demandantes pudieron ser "hirientes", "insultantes" y hasta que hubiera "intromisión ilegítima en el honor" del denunciante. Pero el fallo definitivo, en todos los casos, fue de absolución. Los jueces hicieron prevalecer, en unos casos, "la libertad de expresión", y en otros "el derecho a la crítica dentro del contexto político", según las sentencias.

Las dos primeras demandas fueron presentadas por un ex empleado municipal. La primera fue después de que Rus dijera en un pleno que este trabajador era "un desastre" y reconociera que si pudiera "no estaría aquí, estaría en la calle". Rus fue absuelto en primera instancia, condenado por la Audiencia Provincial a pagar 750.000 euros por daños morales, y absuelto definitivamente por el Tribunal Supremo en el año 2004. El ponente del fallo consideró que estas palabras "no eran insultantes" y que, pese a que reconocía que podía haber utilizado otras palabras "menos agrias", expresaban "una crítica a la gestión del técnico municipal", aclaró el fallo.

Este mismo técnico volvió a demandar a Rus cuando éste acusó al empleado de haber certificado obras no realizadas. El juez, en este caso, señaló que el alcalde de Xàtiva había utilizado palabras "hirientes y molestas", pero que Rus "no había sido inveraz" y que en este tipo de litigios "debe prevalecer la libertad de expresión". Como respuesta a este fallo absolutorio, Rus advirtió en aquel momento en rueda de prensa que "seguiré diciendo lo que pienso", avisó.

Demanda de la oposición

Entretanto se sustanciaba el caso anterior, que se dictaminó en 2005, Rus afrontó otra demanda, en este caso del entonces concejal socialista Ildefonso Suárez, a quien Rus acusó en un pleno de haberse apropiado de dinero público. En la sentencia se reconoció que las palabras del alcalde eran "juicios de valor" y que estas acusaciones no se correspondían con la realidad, "como quedó acreditado documentalmente". También se detalla que las expresiones de Rus afectaron al derecho al honor del concejal del PSOE y que "creó duda sobre la honradez del demandante", por lo que "se produjo una intromisión en su honor", pero todo ello, según los jueces, "no rebasa el ámbito en que se desenvuelve el derecho a la libertad de expresión y a la crítica política"