El transporte de mercancías por carretera en la C. Valenciana ha remontado después de dos años de constante caída como consecuencia de la crisis económica. Según los últimos datos del Ministerio de Fomento, entre enero y marzo se expidieron desde la C. Valenciana 8.972 toneladas de producto con destino al resto de España, lo que supuso un incremento de casi el 25 por ciento en relación a las 7.205 toneladas registradas en el primer trimestre de 2009. También experimentó un notable aumento el transporte intrarregional, lo que contribuyó a elevar las cifras generales de movimientos.

La actividad es todavía bastante inferior de que la que existía a finales de 2007, antes de iniciarse el ciclo económico negativo. No obstante, la recuperación registrada durante el primer trimestre de 2010 ha producido cierto optimismo en el sector, tras una etapa marcada por el desasosiego. Los datos al cierre de 2009 eran especialmente preocupantes, puesto que el volumen total de mercancía con origen o destino en la C. Valenciana descendió un 25 por ciento en relación a 2008, y un 33 por ciento sobre las cifras que se habían alcanzado el año anterior. El transporte, como actividad auxiliar de otros sectores diversos, se había visto afectado con bastante dureza por la crisis.

Así, el parón de la construcción afectó de lleno a las empresas de transporte: el tráfico de materiales para esta actividad entre la C. Valenciana y el resto de España fue en 2008 de 23.688 toneladas, mientras que al año siguiente descendió a 16.115. Sólo la mayor estabilidad en el transporte de productos relacionados con la agricultura y la ganadería hizo posible que la caída no fuera aún mayor. Los movimientos interregionales de productos alimenticios y forrajes ascendieron en 2009 a 15.536 toneladas, casi un 9 por ciento más que el año anterior. Por su parte, el tráfico de productos agrícolas y animales vivos aumentó un 13 por ciento.

El presidente de la Federación de Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera de la provincia de Alicante (Fetrama), advirtió de que el alivio y el optimismo con el que han acogido la recuperación deben combinarse con la cautela, y sin olvidar que el sector aún padece las consecuencias de dos años de declive continuo, con hechos como que muchas flotas están paradas la mayor parte del tiempo.