Los presidentes del G-6 musical que conforman las bandas de Llíria, Buñol y Cullera arremetieron ayer contra la nueva normativa del certamen internacional Ciudad de Valencia, que limita a una el número de bandas valencianas en la sección de honor tras reservar las otras dos plazas a una agrupación nacional y a otra del extranjero. Después de que este año, por primera vez en décadas, el certamen haya quedado huérfano de las seis agrupaciones emblemáticas, todos los mandatarios de este selecto club coincidieron en advertir que podría reproducirse la misma situación el próximo año, cuando se cumple el 125 aniversario de un festival considerado por algunos como el mejor del mundo.

Es, por tanto, un jaque del G-6 musical al Ayuntamiento de Valencia, organizador de la cita, para que el año que viene modifique la normativa y permita reproducir la esencia del certamen: la competencia directa entre algunas de las seis grandes bandas valencianas, que han ganado todos los primeros premios de la última década y que juntas suman más de 80 coronas.

Cinco de las seis bandas clásicas aseguraron que no han renunciado a participar en el certamen por el cambio de normativa. Eso sólo le ha ocurrido a la Santa Cecilia de Cullera. Su presidente, Vicente Pellicer, asegura que dudaban en presentar su candidatura al certamen de Valencia o preparar un concierto en Suiza. "Pero al ver las bases, nos disuadieron de presentarnos al certamen de Valencia", afirma el mandatario de la sociedad musical, especialmente crítico también con el papel de la federación autonómica de bandas por haberse "dejado llevar" en esta cuestión y no hacer más oposición, dice.

En lo que sí coinciden los presidentes de las seis bandas es en la deriva que puede tomar el certamen, fundado en 1886, si no hay una rectificación en la próxima edición. "Con la actual normativa, el certamen se convierte en un café descafeinado sin aliciente", advierte el presidente de La Primitiva de Llíria, Salvador Navarro. Por ello, festivales como el de Altea -o incluso Torrevieja- pueden superar en morbo y prestigio al concurso del cap i casal, añade Vicente Navarrete, de L'Ateneu de Cullera, porque "las bandas necesitamos la competitividad local para superarnos y mejorar nuestro nivel artístico y no relajarnos".

Presidentes como el de la Santa Cecilia de Cullera insinuaron la posibilidad de dirigir un escrito o plantear una reivindicación directa "a quien haga falta, incluso a la alcaldesa [Rita Barberá]". Otros, como José Corachán, de La Armónica de Buñol, prefirieron no manifestar un enfrentamiento abierto con la institución y dieron por hecho que "el año que viene se cambiará la normativa". Por eso trabajará la federación, que ya ha solicitado una reunión con los organizadores para el mes de septiembre.

Con la reducción de 5 a 3 plazas máximas para bandas de la sección de honor, el ayuntamiento ha intentado "no cansar a los espectadores". Al mismo tiempo, ha mantenido la reserva de dos plazas a bandas nacionales y extranjeras "para reforzar el carácter internacional" de la cita, alegan. Pero el resultado no ha gustado a nadie. El 3 de julio, en el Palau de la Música, se celebrará el certamen de sección de honor.

La presencia valenciana baja del 59% al 41%

El certamen internacional de bandas de música Ciudad de Valencia se ha "desvalencianizado". En la pasada edición, de las 27 bandas que participaron o actuaron como invitadas en las cuatro secciones del concurso, 16 procedían de la Comunitat Valenciana. Es decir, el 59,3% del total. En cambio, este año, el porcentaje de agrupaciones valencianas se ha reducido hasta el 40,9%. En concreto, actuarán 9 bandas de la Comunitat Valenciana y 13 que provienen del resto de España o del extranjero. Ya hay más bandas foráneas que locales. p. cerdà valencia