El campeonato de fútbol protagonizado por robots, celebrado en Singapur desde el 21 de este mes -en paralelo al Mundial de Sudáfrica- ha demostrado que las máquinas de metal no son tan perfectas como las humanas pero que, al final, Alemania (con su equipo "B-Human") siempre gana aunque sus rivales no sean los ingleses y jueguen tres contra tres en vez de once versus once.

El tándem hispano galo -único español-, formado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, de Murcia y de varios centros franceses, se ha tenido que conformar con ser octavos. Uno de sus integrantes, el alumno de doctorado valenciano Manuel Muñoz, explicó ayer a Levante-EMV: "Hemos quedado entre los diez primeros".

Con un equipo denominado "Los tres mosqueteros", los del grupo valenciano llevan el sobrenombre de "Nao" y responden a personajes del "Quijote". "Volvemos con una gran experiencia al haber estado con investigadores de todo el mundo" señaló Muñoz, del Instituto de Aeronáutica e Informática Industrial.

Francisco Blanes, investigador del instituto, explicó que el trabajo se centra fundamentalmente en el software, "en la programación de los robots para que sean capaces de reconocer la pelota, las líneas del terreno de juego, o la portería hacia la que se tiene que dirigir y chutar.

Esta información debe ser procesada por el robot en un pequeño computador que lleva en su cabeza para tomar las decisiones adecuadas ".

La final fue disputada por el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Bremen y el DFKI M, el segundo puesto se lo llevaron los australianos y el tercero, Estados Unidos.