¿Se fusionó Bancaja con Caja Madrid por una razón geopolítica?

El ex director de El Correo y de ABC José Antonio Zarzalejos publicó en un diario de Barcelona una interpretación política de lo que ha supuesto la fusión de Caja Madrid y Bancaja. El SIP «deja a la Comunidad Valenciana sin entidades de ahorro propias (aportarán sus beneficios al holding que tributará en Madrid), pero constituye una nueva demarcación político-financiera virtual que reequilibra el complejo mapa del país».

En opinión de Zarzalejos, autor del libro «Contra la secesión vasca» (2005), «se ha creado [...] un nuevo ente intangible (el espacio Madrid-Valencia, pronto a poco más de una hora) a costa de los atributos autonómicos de los levantinos y de la pérdida de poder de los dos presidentes comunitarios», en alusión a Esperanza Aguirre y a Francisco Camps.

Para el también ex alto cargo del grupo Vocento, la fusión ha marcado el principio —atención— de «la gran reconversión del sistema político español, con un nuevo eje (Madrid-Valencia), de enormes posibilidades, que diluye la centralidad madrileña con el aditamento levantino —más próximo a Cataluña que cualquier otro, salvo el balear— y que reducirá contradicciones, absorberá dispersiones y reequilibrará poderes».

«No hay que olvidar —concluye— que la cartera industrial del nuevo SIP (Indra, Enagás, Iberdrola, Iberia) ofrece una réplica a la Criteria catalana.»