Manuel Azaña regresará al Congreso de los Diputados el próximo otoño. No es un macabro capricho del destino, sino un gesto de deportividad política. Así lo afirma Manuela Trasobares, la concejala transexual de Izquierda Republicana en el Ayuntamiento de Geldo, que será la encargada de esculpir el busto de su compañero de filas.

Desde Budapest, donde está pasando unos días de vacaciones, la edil republicana confirmó ayer a este periódico el encargo recibido hace una semana para realizar en bronce el busto del ex presidente del Gobierno de España. La dirección de Izquierda Republicana, a través de su presidente federal, Pablo Rodríguez, remitió una petición oficial a Trasobares para solicitar la ejecución de la obra y la concejala no dudó.

Dimensiones reales

El busto de Manuel Azaña tendrá unas dimensiones reales y reflejará "el dolor del exilio y el empeño de la República". Así lo ha previsto la artista y, por ello, ya ha comenzado a documentarse sobre un personaje al que admira. "Será clásico, hiperrealista, muy fiel al estudio anatómico de sus facciones", palabra de la autora.

El reto es "un milagro", pues devolverá al ex presidente al lugar que le corresponde en la cámara baja y que hasta ahora ningún partido había consentido. La negociación entre el presidente del Congreso, José Bono, y el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, permitirá que Azaña "vuelva a casa".

Allí estará flanqueado por las estatuas de Niceto Alcalá Zamora y Alejandro Lerroux. "No sólo es un homenaje a Azaña, yo lo siento también como el respeto más grande hacia mi trabajo", explica Trasobares. No en vano, la obra de la concejala de Geldo compartirá escenario con el resultado de insignes escultores nacionales.

Según ha confirmado la artista, el proyecto tiene que estar acabado en noviembre, coincidiendo con el 70 aniversario de la muerte del político, pero prevé terminarlo un mes antes. De momento, Izquierda Republicana ya ha abierto una cuenta bancaria para recoger las aportaciones voluntarias de militantes y simpatizantes con los que sufragar la escultura en bronce del impulsor del matrimonio civil y el divorcio en plenos años 30.