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Frente a la provocación, resistencia no violenta. Desde hace una década, los 250 campesinos y pastores palestinos de At-Tuwani (Cisjordania) se enfrentan pacíficamente, acompañados por voluntarios italianos de la Operazione Colomba, a las agresiones de 350 colonos judíos y de las fuerzas militares de ocupación de Israel. La comunidad ha comprendido que ésta es la única opción para seguir en sus tierras: "La política israelí es presionar para que los palestinos reaccionemos violentamente. Así, ellos se presentarían como víctimas ante la comunidad internacional y tendrían una excusa para militarizar la zona y echarnos", asegura Hafez Hureini, coordinador del Comité de Resistencia No Violenta, ante una delegación internacional de psicólogos, trabajadores sociales y periodistas de distintos países.

El pasado 12 de junio, dos días después de la visita internacional, una treintena de colonos con los rostros cubiertos atacó, con piedras y palos de hierro, a las mujeres y niños de una casa palestina. Todos salieron corriendo y una mujer embarazada, con un niño en sus brazos, se cayó y tuvo que ser hospitalizada. La llegada del resto de la comunidad y de los italianos hizo retroceder a los colonos.

Accesos al pueblo cerrados

El ejército y la policía, alertados por los palestinos, se limitaron a cerrar los accesos al pueblo y a detener a uno de los pacifistas israelíes que acudieron a apoyar a los palestinos (www.operazionecolomba.com). La violencia que sufre esta población se repite a diario en los territorios palestinos ocupados.At-Tuwani está bajo control administrativo y militar de Israel. A finales de los 90, el territorio fue declarado área de seguridad militar y obligaron a la población a desplazarse. Sin embargo, los palestinos, empleando las mismas normas que les imponen sus ocupantes, lograron que los tribunales israelitas anularan la militarización de la zona. Regresaron y se constituyeron en comunidad de paz.

Asedio israelí

Pero Israel no ha renunciado a que abandonen definitivamente el pueblo. Por un lado, la autoridad administrativa les impide conectarse al tendido eléctrico -el suministro depende de un generador donado por la comunidad internacional-, limita las construcciones y ejecuta derribos arbitrariamente -actualmente hay órdenes de demolición de la escuela, la casa del alcalde y la mezquita. Al mismo tiempo, los colonos judíos se instalaron de forma paulatina a unos 500 metros del pueblo: actualmente constituyen el asentamiento de Havat Ma´on y han empezado a levantar nuevas construcciones a escasos metros de las casas palestinas.

Por su parte, el ejército acosa constantemente a los palestinos con incursiones nocturnas en las viviendas por "razones de seguridad" o en busca de supuestos bienes robados a los colonos, detienen a los pastores por estar en "áreas prohibidas" y "coordinan con los colonos los ataques contra nosotros", denuncia Hureini.