Regir un colegio profesional es una fruta golosa con atributos de poder. Los que están, quieren perpetuarse y los que aspiran a esos sitiales de honor social afilan sus armas para desbancar al oponente. La ceremonia de la elección de la nueva Junta Directiva que gobernará el Colegio Oficial de Médicos de Valencia los cuatro próximos años tendrá lugar hoy y llega precedida de enfrentamientos y rifirrafes entre los dos candidatos: Vicente Alapont, que ha dirigido el colegio durante catorce años y está vinculado con la compañía AMA de seguros y Rosa Fuster, que aspira a dar un golpe de timón auspiciada por la correduría de seguros médicos y dentales Uniteco, que ha invertido sus euros en su campaña.

De telón de fondo, el prestigio social del cargo y la influencia política y profesional en las esferas del poder. En la arena del foso, un presupuesto anual de 3 millones.

"Los enfrentamientos no me gustan", declaraba ayer a Levante-EMV Vicente Alapont, quien aseguró que el 90% del programa electoral de su rival ya está hecho. Y que si la candidatura enemiga oferta el 1% para becas, ellos ya dan el 2,8%.

Alapont también lamenta que el día de la celebración de la patrona, el pasado viernes, chavalitos vestidos de negro de la candidatura de Rosa Fuster se plantaran delante de la sede colegial, a la hora que estaba prevista la llegada del conseller de Sanidad y repartieran pareos a diestro y siniestro.

"No sé en qué mundo estoy viviendo -agregaba este especialista en digestivo-, en Fallas o algo festivo, vale, pero en una cosa tan seria como el colegio, que hemos hablado de ética y deontología, nunca se había planteado algo así".

Alapont asegura que no tiene sentido lo que dice su oponente de que va a bajar las cuotas del colegio, "cuando tiene que pagar el 20% de las cuotas a la OMC".

"No tiene sentido, o se está engañando a la gente o se me plantean una serie de incógnitas", agrega este médico que ha presidido el colegio durante 14 años.

Acusaciones

Por su parte, Rosa Fuster acusa a Alapont de haber utilizado la estructura del colegio para llamar a los socios y pedir el voto: "En el colegio hay dos personas sentadas llamando a todo el mundo", agrega la candidata que niega que a sus distribuidores de propaganda y regalos los hayan echado de los hospitales por repartir tazas, pañuelos chinos, bolis, cactus con la intención de eliminar las malas radiaciones y cajitas que exhiben leyendas del tipo: "los malos gobernantes son elegidos por buenos ciudadanos que no votan". Es más, ella misma visitó ayer La Fe, desde consultas externas a cafetería, para repartir propaganda y regalos de su candidatura.

En un alarde hiperbólico, Fuster agrega que teme que pueda ocurrir lo mismo que sucedió en otra entidad colegial (se refiere al colegio de dentistas de Madrid) donde tiraron las urnas por las escaleras y apagaron las luces el día de los comicios como boicot.

"Cuando te montas en este carro empiezas a ver basura, es inaudito, me estoy refiriendo a la carta que ha mandado el sindicato CSIF para contar lo bien que lo ha hecho Alapont durante estos años", añade Fuster que niega que fuera amonestada por la Junta Electoral. "Mentira podrida", resaltó.

El cruce de acusaciones se verá hoy en el patio de urnas.