Aunque los consellers de Educación y Sanidad apoyan que la Iglesia enseñe sexualidad en colegios religiosos y parroquias como alternativa al programa público de educación sexual, los técnicos de la Conselleria de Sanidad no opinan lo mismo. Y más, tras conocer los puntos más polémicos del programa desvelados por su coordinadora. Así lo afirma el sexólogo Felipe Hurtado. Él participó en la elaboración del Programa de Intervención en Educación Sexual (PIES) que actualmente se enseña en los colegios, y es coordinador del programa en el departamento de salud del Hospital Peset de Valencia. A su juicio, no caben dudas: el programa de educación sexual de la Iglesia es una "barbaridad y una manipulación sin ninguna base científica". Por ello, Hurtado rebate, una a una, las cuestiones más polémicas del plan de los obispos.

"La homosexualidad -explica- no es ninguna disfunción, sino una orientación sexual que forma parte del desarrollo de la personalidad. Y si hay diversidad de personalidades, hay también orientaciones sexuales distintas." La masturbación, lejos de ser un vicio o defecto, es "una práctica no obligatoria, pero que forma parte del desarrollo evolutivo y que ayuda a la persona a conocer su cuerpo y su sexualidad y que beneficia a las relaciones sexuales posteriores".

Sobre los métodos anticonceptivos y de protección sexual, con mayor preocupación todavía, Hurtado replica la tesis del programa SABE encargado por la Iglesia y asegura que "el preservativo es el único método anticonceptivo reconocido para evitar contagio de enfermedades de transmisión sexual", como el sida. Respecto a la posibilidad de embarazo, alega, el PIES enseña también los métodos anticonceptivos naturales que defiende la Iglesia. Pero sobre contagios, sólo los preservativos los evitan, remarca el coordinador.

Otro de los aspectos que rechaza Felipe Hurtado es la asimilación de la sexualidad a la procreación. "Primero, porque eso equivale a decir que la sexualidad es igual al coito, cuando es más amplia. Y segundo, porque la sexualidad tiene tres funciones: la procreación, el placer y la transmisión de sentimientos. Por ello, aunque la Iglesia acusa al programa público de educación sexual de ofrecer una visión reduccionista, son ellos los que dan una visión sesgada y no responsable, que asocia el sexo al vicio y a algo sucio. Parecen los mensajes de la Edad Media, que transmitían una sexualidad basada en el miedo."

Hurtado, presidente del comité organizador del XV Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual que acogerá en octubre la ciudad de Alicante, acusa a la Iglesia de cometer una "inmoralidad" por "transmitir creencias erróneas" a los jóvenes.

Lambda pide "dignidad"

Por su parte, el Colectivo Lambda de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales exigió ayer a la Conselleria de Educación que asegure que en todos los centros de enseñanza se garantice la "dignidad" de los homosexuales, bisexuales y transexuales. También Esquerra Unida y Joves Socialistes se manifestaron ayer en este sentido de forma enérgica.

Cervera ve "correcta" la iniciativa de la Iglesia

Tal como hizo el día anterior el conseller de Educación, el titular de Sanidad, Manuel Cervera, se manifestó ayer favorable a cualquier iniciativa que "impulse la educación sexual" dentro del marco de "respeto a la libertad de conocimiento y de elección". Cervera aseguró "desconocer" el programa de los obispos, pero consideró "correcta" cualquier iniciativa que implique "mejorar la educación y formación dentro del marco de respeto a la libertad de conocimiento y elección". "El objetivo debe ser dar información a los jóvenes para que tengan toda el conocimiento necesario" para reducir embarazos no deseados, abortos y enfermedades.