El diseñador publicitario Oliviero Toscani, responsable de algunas de las campañas más impactantes de Benetton y Chanel, ha asegurado hoy en Valencia que "la única tarea del arte es mostrar la condición humana" y ha animado a "los auténticos creadores" a "defenderse del poder".

Toscani ha sido el ponente "estrella" de la tercera jornada oficial de la Campus Party 2010, donde ha mostrado a los participantes buena parte de su trabajo, marcado por la denuncia social, la creatividad y la polémica.

"Sólo hay una tarea para el arte: la condición humana", como han demostrado numerosos autores, desde Munch hasta Goya, "y todo lo demás es una masturbación mediocre y simple", ha sentenciado.

El publicista considera que la creatividad sólo puede ser "comunicación" y no "una búsqueda obsesiva del consenso", como creen algunos artistas.

Lamenta que queden "pocas personas" con esa cualidad porque "todo -la educación, la sociedad y el poder- tiende a limitar la creatividad", y ha recomendado a todos los creadores que, al igual que él, "tomen riesgos" porque de otro modo "no se puede ser creativo".

Toscani, cuyos trabajos han ganado cuatro veces el León de Oro en el Festival Internacional de Publicidad de Cannes, ha destacado el papel de las nuevas tecnologías en su obra, aunque ha advertido que éstas pueden contribuir a mantener la "inercia" creativa: "Todos nos estamos haciendo muy vagos, delegamos en la máquina lo que tendríamos que estar creando nosotros".

No en vano, Toscani concibe sus creaciones como un trabajo artesanal, en el que tiene que "unir las piezas" con sus propias manos, y salir a calle a buscar a gente a la que fotografiar.

La fotografía artística ha marcado el inicio de la historia humana según el italiano, convencido de que "Jesucristo no hubiera sido tan famoso si alguien hubiera estado allí para fotografiar sus milagros".

El diseñador ha trabajado para marcas como Valentino, Fiorucci, Chanel y Benetton, firma esta última donde sacó adelante, pese a la oposición del departamento de mercadotecnia, una de sus campañas publicitarias más recordadas.

Imágenes como el beso entre un cura y una monja, la de un recién nacido unido todavía a su madre por el cordón umbilical, las manos esposadas de un hombre blanco y otro negro o un campo lleno de cruces en recuerdo de las víctimas de la guerra de Yugoslavia le costaron más de un problema.

Aunque ninguna revista quería publicar las imágenes de la campaña de Toscani para Benetton e incluso fue "acusado de instigar violencia", se jacta de que, mientras una mañana comparecía ante el juez en Londres, "por la noche estaba recibiendo un premio en Amsterdam".

Al final de esta etapa fundaría la revista que "siempre" quiso hacer, "Colors", junto con el diseñador gráfico Tibor Kalman, y también Fabrica, un centro de investigación sobre el arte en la comunicación.

Las imágenes de Toscani han atraído a buena parte de los "campuseros", que se han despertado de su tercera jornada un poco más tarde que ayer y con ganas incluso de despegarse de su ordenador para ir a la playa.

Mientras unos salían del recinto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias toalla en mano, otros amanecían pasado el mediodía sobre los sofás y "pufs" asignados para los "puestos de movilidad", que no comienzan a estar ocupados hasta media mañana porque sus usuarios son, en su gran mayoría, internautas que han adquirido pases para un día.

A esa misma hora, los paquetes de cereales convivían con las mascotas -de Scooby Doo, el Monstruo de las galletas, Súper Mario o los pitufos- sobre las pantallas de los ordenadores, y los "campuseros" improvisaban un desayuno rápido sobre el teclado.

Afortunadamente, entre las 200 personas de la organización del evento que se dedican a recoger los restos de comida y refrescos la carpa consigue mantenerse limpia aunque con pocas papeleras, ni siquiera a la salida, donde las colillas de cigarrillos se amontonan