Algo olía a despedida en el cierre de la undécima edición de la Campus Party que acoge Valencia. Los 3.400 internautas que han participado este año apagaron ayer sus ordenadores en el Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Ciencias sin saber si volverán a encenderlos el año próximo en el «cap i casal».

No sólo la organización, la asociación de E3 Futura, ha dejado en el aire la continuidad del evento en Valencia, sino que al menos tres clanes o grupos de «campuseros» han acordado cambiar el año que viene la Campus Party por el Euskal Encounter de Bilbao.

Estos tres clanes, que reúnen a unos 100 internautas de toda España unidos por los juegos en línea en la red, se han decantado por el evento vasco, que este año se ha convertido en el más importante de España al doblar a la Campus en capacidad y velocidad en internet. Al menos uno de ellos, «Jincholandia», formado mayoritariamente por «campuseros» andaluces, llevaba 10 años viniendo a Valencia. Componentes de este último grupo exigen el retorno a Feria Valencia, «donde había aire acondicionado en las zonas de acampada», y critican que la música de la terraza de verano de l´Umbracle les ha impedido dormir.

Por otro lado, el recorte de medio millón de euros de subvención anual que la Generalitat ha aplicado en los últimos dos años y la negativa a ceder el Ágora, todavía en obras, lo que obligó a la organización a reducir el aforo a la mitad cuando ya se había empezado a vender entras, ha hecho que las relaciones entre el Consell y E3 Futura no viven su mejor momento. Prueba de ello es que la organización cerró ayer la Campus sin tener cerrada ninguna reunión con la Generalitat para hablar del futuro.

En principio, por el acuerdo que E3 Futura y el Consell firmaron en 2007, la edición de 2011 se debería celebrar en Valencia, sin embargo la organización anunció ayer que a partir de septiembre, cuando concluya la Campus que van a celebrar en México, se reunirán para analizar todo lo que ha pasado este año y decidirán.