Un grupo de ballenas de la especie rorcual común ha sido avistado frente a las costas de Xàbia en su migración anual hacia el Estrecho y el océano Atlántico.

Aunque cada año se produce el paso de decenas de ejemplares en esta migración no siempre es posible avistar a los cetáceos y más difícil todavía seguirlos a pocos metros. José Contel y José Górriz tuvieron la suerte, mientras navegaban por la bahía de Xàbia, de toparse con tres rorcuales comunes (Balaenoptera physalus). Los avistaron hace unos días frente a la playa de l'Arenal y el Segon Muntanyar.

Las ballenas, dos de ellas de unos 20 metros de largo, se lo tomaron con calma. Los dos navegantes pudieron seguirlas a unos metros de distancia y Górriz tomó fotografías de los cetáceos. Los retrató cuando nadaban frente al Muntanyar, el Cap Prim o la Illa del Portitxol. Las ballenas recorrieron unos siete kilómetros del litoral. Llegaron al Cap Negre y allí cambiaron de rumbo y se perdieron mar adentro.

Las imágenes de Górriz dan fe del paso de los rorcuales por una costa que, a partir del Cap Prim, se vuelve abrupta y gana en profundidad. De hecho, estas ballenas, cuando nadan a tan pocos metros de tierra, siempre buscan tramos costeros de acantilados.

Hace unos años, desde otro barco de recreo también se captaron imágenes de rorcuales comunes a escasos metros del cabo de Sant Antoni, también en Xàbia.

En la reserva marina

Este verano está siendo pródigo en avistamientos de grandes cetáceos. Los técnicos de la Reserva Marina del cabo de Sant Antoni (parque natural del Montgó) han observado ya en varias ocasiones rorcuales comunes.

El pasado 30 de junio, técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente también avistaron dos de estas ballenas frente a la playa de les Marines, en Dénia.

Lo sorprendente es que la migración hacia el sur se está produciendo este año antes de fecha. Normalmente es en agosto cuando estos mamíferos marinos pasan por las costas de Dénia y Xàbia. Además, suelen nadar más alejados de la costa. El calentamiento del Mediterráneo puede explicar por qué han adelantado su viaje hacia el Estrecho de Gibraltar y el Atlántico.

Estas ballenas, que pueden llegar a pesar 50 toneladas, nadan con agilidad pese a su tamaño y alcanzan velocidades de hasta 40 km/hora.