El pre-candidato a las Primarias del PSPV para la alcaldía de Valencia, Manuel Mata, ya da por seguro que habrá votación el próximo 3 de octubre para ver quién se enfrenta a Rita Barberá: si él o el diputado en el Congreso Joan Calabuig, elevado por la dirección de Jorge Alarte. Según apuntaban desde su equipo de campaña a última hora de ayer, Mata supera holgadamente los 300 avales (en torno a 330, señalaban algunas fuentes) después de las dos jornadas de recogida de firmas de este fin de semana, y está a punto de forzar la votación. Necesita 352, es decir, el 20% de la militancia.

Todavía quedan 48 horas -el plazo termina el martes a las 12 de la noche- y para esta tarde Mata tiene un acto en su agrupación de Botánico. "El objetivo ahora es llegar a 400, para evitar conflictos si hay avales erróneos o duplicidad de firmas. Supondría además el 60% de la militancia activa", apuntaban ayer, tras pasar de nuevo la mañana en una terraza a espaldas de las Torres de Serranos.

Por su parte, el ya candidato a ser el cabeza de lista del PSPV al ayuntamiento, Joan Calabuig, se reunió ayer con prácticamente un centenar de militantes -el secretario general de Valencia, Salvador Broseta, a la cabeza- en un acto celebrado a la misma hora que la recogida de firmas de Mata.

Calabuig negó que buscara "contraprogramar", como se apuntaba desde la otra candidatura, y alegó que con la premura con que se ha desarrollado el proceso, es lógico que haya coincidencia de actos. Con todo, el diputado nacional evitó la polémica y aseguró que no trabaja pensando en la "confrontación interna", sino en "poner cuanto antes a todo el partido" a trabajar en vencer las elecciones de mayo contra el PP.

Así, en el mitin de ayer Calabuig se comprometió ante los militantes a hacer de Valencia "la ciudad del progreso y la modernidad, sin dejar de lado el arraigo de los valores y los principios socialistas sobre los que se asientan muchos de los proyectos que existen en la ciudad". Calabuig reivindicó el ADN socialista de proyectos como el IVAM, el jardín del Turia o la Ciutat de les Arts, así como la inminente llegada del AVE.