No son Richard Nixon y John F. Kennedy, pero la sacudida que ha producido en el seno del socialismo de Valencia ciudad el proceso de Primarias entre Joan Calabuig y Manuel Mata tras la renuncia de Carmen Alborch, promete convertir el cara a cara del próximo sábado en un asunto de gran interés entre la militancia.

Y es que el diputado nacional y aspirante a la alcaldía en Primarias Joan Calabuig se desmarcó el sábado con una propuesta sorpresa: una debate con su oponente por el cartel electoral, Manuel Mata, el próximo sábado en la sede de Blanqueries, de 17.30 a 19 horas, y abierto a la militancia, medios de comunicación y ciudadanía. Mata aceptó inmediatamente y ambos quedaron citados para la víspera de la votación, que se celebra el domingo 3 de octubre.

El estrecho margen entre los dos aspirantes a enfrentarse con Rita Barberá -Calabuig obtuvo 560 avales; Mata, 427, sobre un censo de 1.762 militantes- y la brevedad de la campaña -una semana en la que, además, hay una huelga general- hace de esta confrontación de ideas una jornada clave, la última oportunidad para convencer a los indecisos.

Y por lo que comienza a conocerse del formato del debate, más que un cara a cara al uso, la cita del próximo sábado será más parecida a un "tengo una pregunta para usted", el programa televisivo de TVE en que un grupo de ciudadanos interroga a un político. Nada que se le parezca, en todo caso, a los debates televisados Zapatero-Rajoy de las últimas generales.

Según la propuesta lanzada por Calabuig a la dirección socialista -un documento al que ha tenido acceso este diario-, "los dos candidatos permanecerán en pie a lo largo de todo el debate para ser vistos claramente por los asistentes". Contarán con dos atriles para dejar sus notas y estarán "de cara al público", lo que facilitará la sensación de interacción con los asistentes.

El debate comenzará con sendas intervenciones de 15 minutos donde los candidatos presentarán su alternativa. A partir de ahí, tanto Calabuig como Mata se quedarán sin guión: se iniciará "un turno de preguntas en que, indistintamente, puedan participar todos los militantes presentes y todos los medios de comunicación".

En este punto, los candidatos podrán interrumpirse y rebatirse, aunque un moderador -deben consensuar un nombre, seguramente un periodista- controlará los tiempos. "Todo el debate deberá realizarse de forma respetuosa, exento de cualquier ataque personal y centrado en las propuestas y alternativas de los candidatos", concluye el documento.