El AVE a Valencia y otras infraestructuras ferroviarias reciben la mitad de lo que el Gobierno invertirá en la Comunitat Valenciana el próximo ejercicio. Eso sí, la partida se reduce un 31% menos. Según el ministerio de Fomento, la política de infraestructuras se ha reprogramado «en el contexto actual de restricción presupuestaria que afecta a todas las partidas del gasto» para dar prioridad a las obras «en muy avanzado grado de ejecución» y potenciar el ferrocarril.

De los 1.539 millones de euros presupuestados para la Comunitat en 2011, 1.014 se destinarán a infraestructuras de transporte, según explicó el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta. La partida más destacada será la de ferrocarriles, con una inversión de 553 millones; frente a los 176 millones que se invertirán en carreteras, los 167 millones destinados a puertos y los 118 millones a aeropuertos. Las infraestructuras ferroviarias recibirán más de la mitad de la inversión, con un total de 553 millones de euros para actuaciones entre las que destaca la llegada del AVE a Valencia. La partida no incluye la inversión en el AVE a Castelló, que según explicó Peralta, no se contempla porque «será objetivo de un programa a parte que contará con la colaboración público-privada».

En materia de carreteras, los Presupuestos Generales del Estado prevén una inversión total de 176 millones, de los cuales 41 millones se destinarán a la autovía A-7, que unirá Valencia y Alicante, 28 millones irán destinados a actuaciones en la N-332 y 71 millones servirán para la conservación de las vías existentes y mejoras de seguridad vial. Los proyectos para la mejora de acceso de la V-21, V-30, V-31 y la circunvalación exterior de Valencia seguirán en estudio y no se contempla su ejecución durante el próximo ejercicio.

En Castelló, la variante de la N-340, en Peñíscola-Benicarló-Vinaròs, también recibirá parte de las inversiones, que sin embargo se verán muy reducidas para las variantes de Castelló-Benicàssim y Benicàssim-Oropesa, así como la carretera N-232 Vinaròs-Vitoria. En Alicante, por su parte, la variante del Barranco de la Batalla Ibi-Alcoi, con 28 millones de euros, o el tramo Cocentaina-Muro de Alcoi, con más de 4 millones de euros. Asimismo, se abrirá al tráfico el tramo Torrevieja-Guardamar del Segura a través de una infraestructura con un presupuesto de 7,88 millones y la duplicación de la variante de Benidorm con 8 millones.

Los puertos recibirán 167 millones de las cuentas estatales, aunque no se menciona en el texto el acceso norte del Puerto.

Los aeropuertos contarán con 118 millones, una partida en la que aumenta la inversión para ampliar el aeropuerto de Manises, frente a la reducción de la inversión en El Altet. La inversión en el aeropuerto de Alicante rebasará los 73 millones de euros, que estarán dedicados a la ampliación del área de terminal de pasajeros e instalaciones asociadas para poner en marcha el nuevo edificio en 2011.