La central nuclear de Cofrentes notificó el pasado jueves por la noche al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que a las 22.08 horas se produjo la apertura de una válvula de alivio del reactor, lo que supuso la declaración inmediata de la prealerta de emergencia durante aproximadamente cinco minutos. Según el organismo regulador, al bajar la potencia de la instalación la válvula volvió a cerrarse, y permitió declarar el final de la prealerta. La planta se encuentra ahora estable al 86% y se investigan las causas que pudieron provocar este fallo.

El CSN asegura en un comunicado que todos los sistemas de seguridad de la instalación han actuado según lo previsto y confirma que el suceso no ha tenido repercusión para las personas ni el medio ambiente. El último incidente en la central nuclear tuvo lugar el pasado 10 de agosto, cuando se produjo una reducción de potencia superior al 20% debido a la parada de una de las cuatro bombas de agua de circulación, lo que provocó una pérdida del vacío del condensador.

Entre junio y septiembre, las centrales de Cofrentes y Ascó I, en Tarragona, han registrado tres incidencias de importancia para la seguridad entre baja y moderada (color blanco). En ese trimestre, se contabilizaron en las centrales nucleares españolas 38 notificaciones de "muy baja importancia para la seguridad" (color verde), según un informe de la CSN.

Estos datos se incluyen en el Sistema Integrado de Supervisión de Centrales (SISC) y han sido analizados recientemente por el pleno del Consejo de Seguridad. El modelo recoge la información sobre la vigilancia de las centrales nucleares procedente de los indicadores de funcionamiento y de los hallazgos de las inspecciones. Además, integra en el mismo sistema la valoración de los resultados, la adopción de actuaciones correctoras y la comunicación al público.

Cofrentes, según este procedimiento, se encuentra en "respuesta reguladora" tras la revisión del CSN de los criterios de las notificaciones en las situaciones de este tipo.