El conseller de Economía, Gerardo Camps, reiteró ayer que el Gobierno valenciano no subirá los impuestos en 2011 dentro de una política "creíble y predecible" que supondrá un ahorro para los valencianos de 48,4 millones de euros, frente a la "errónea" que, a su juicio, desarrolla el Ejecutivo central. Según dijo se prorrogará un año el plazo de ejecución del plan de inversión productiva en los municipios, desde el 31 de enero de 2011 hasta el 31 de enero de 2012.

Para el año próximo se mantendrán la escala autonómica rebajada del IRPF, el tipo de transmisiones patrimoniales y onerosas aplicable a la compra de viviendas, y el canon de saneamiento por segundo año consecutivo, mientras que subirá la electricidad, que corresponde al Gobierno central.

Frente a esta política, la del Gobierno central "de subida de impuestos" supondrá que los valencianos tengan que pagar 1.149,35 millones de euros más, derivados de la subida del IVA (602 millones), la eliminación de la deducción de 400 euros (484 millones), la eliminación de la deducción por vivienda para rentas medias (10,8 millones) y el aumento de la tributación del ahorro (52,34 millones).

Camps calificó la política del Ejecutivo de "errática, sujeta a vaivenes, contradicciones y pasos atrás" y que solo mantiene una línea clara, "las continuas subidas". Según dijo, los "grandes perdedores" de la reforma del IRPF han sido los tramos medios de renta y los modestos ahorradores.

"El mayor esfuerzo, en empleo"

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, adelantó ayer que el "mayor esfuerzo inversor" de los próximos Presupuestos de la Generalitat estará "directamente ligado" al empleo y a la formación, con cerca de 500 millones de euros destinados en 2011 al fomento de la contratación, la formación y el reciclaje profesional.