Su partido está en la ciudad a 95.000 votos y 23 puntos del PP. Ganar sería un milagro.

El PP pasó de nueve concejales en 1991 a dieciocho en 1995. Es más fácil que el PSPV crezca ahora de doce a diecisiete. Estoy seguro de que seré alcalde.

¿Van 10.000 euros a que gana Rita Barberá?

La política es demasiado noble para jugarse dinero.

¿Es usted el candidato pijo y de la «gauche divine» del partido?

Otros dicen que soy el candidato de la radicalidad de izquierdas. Igual si juntamos el radicalismo de izquierdas, los de la «gauche divine», los pijos y algunos más ganamos las elecciones.

¿Cómo convencería a los alrededor de 35.000 votantes socialistas en las generales que pasan de las municipales de Valencia?

Si me presento yo, estoy seguro de que esos abstencionistas votarán. La izquierda necesita un nuevo relato, con más épica y emoción para movilizar. Pero también hay que abrirles los ojos diciéndoles que el transporte público es el más caro y que en Valencia se puede vivir mucho mejor.

¿Grandes eventos sí o no?

No es una cuestión filosófica. Entre los 500 millones que nos costó la Copa del América y lo que piden a San Diego hay una diferencia abismal. Y para la Fórmula 1 estaba el circuito de Cheste. Ciudades como Londres, París y Roma rechazaron el circuito urbano pero aquí nos gastamos 80 millones y 90 en el canon. Y es tan atractivo para el turismo de calidad que han cerrado hoteles como el Hilton o el Hesperia.

¿En qué condiciones retiraría el recurso del PSPV contra la reclasificación del Mestalla?

No estoy por destruir nada, pero recuerdo que Rita prometió que la final de la Champions de 2011 sería en el nuevo estadio.

¿Qué medidas concretas adoptaría para combatir el paro?

Haría un plan espectacular de rehabilitación de los barrios, entre ellos El Cabanyal, un plan de empleo juvenil y uno específico para las profesiones más afectadas por la crisis de la construcción, fomentaría los negocios vinculados a las nuevas tecnologías...

¿Como alcalde o portavoz quitaría el coche oficial, los escoltas y los 40 restaurantes gratis?

En autobús y en metro es imposible llegar a los sitios y un alcalde no puede perder el contacto con la calle. Cuando yo era edil de gobierno iba en bicicleta.