Un informe de la Fundación Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral (Rais) revela que las personas que encadenan cinco sucesos traumáticos en un año y medio pueden acabar viviendo en la indigencia. El estudio destaca que sucesos como la muerte de un ser querido, un divorcio y la pérdida del empleo sumados a la falta de apoyo familiar propician que algunos ciudadanos acaben en la calle. La investigación, presentada ayer en Valencia y que cuenta con el apoyo de Obra Social Caja Madrid, incide en que las personas sin hogar viven una media de 7 u 8 sucesos traumáticos encadenados mientras que el resto sufre 3 ó 4 a lo largo de su vida.

La concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, Marta Torrado, advirtió ayer durante la presentación del informe de que la situación actual es "bastante preocupante ya que se ha producido un incremento de ciudadanos que están en el escalón previo a la exclusión". El Ayuntamiento de Valencia ha atendido en el primer semestre del año a 599 personas que viven en la calle. Uno de cada tres "sin techo" de Valencia lleva menos de seis meses en la indigencia. El ayuntamiento ha constatado que durante el primer semestre de 2010 ha aumentado el número de indigentes debido a la crisis.

Torrado explicó que los servicios municipales han comprobado que 18 de los 599 indigentes sin hogar en Valencia tienen estudios universitarios. "Son personas que disfrutan de una vida normal hasta que por una serie de circunstancias acaban en la calle. En momentos difíciles como los de ahora es necesario un esfuerzo económico", añadió.

Los técnicos municipales del Ayuntamiento de Valencia han detectado que ochenta personas permanecen en una ubicación más o menos estable, lo que permite hacer un seguimiento por un equipo interdisciplinar compuesto por personal sanitario, psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales. Un veinte por ciento de los indigentes de Valencia tiene un buen estado de salud mientras que el resto sufre enfermedades mentales, alcoholismo o drogodependencia.