La advertencia lanzada el pasado martes por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de que las comunidades autónomas y los ayuntamientos podrían malograr el objetivo de estabilidad fiscal sentó ayer como un tiro en el Ejecutivo valenciano, que considera que en este terreno tiene los deberes hechos. La reacción del Consell fue muy similar a la de los responsables de otras comunidades autónomas y municipios que reprocharon a Fernández Ordoñez que haya pasado por alto el esfuerzo de control del gasto y de ajuste presupuestario que se lleva realizando desde que estalló la crisis.

El vicepresidente segundo del Gobierno valenciano y conseller de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, contestó al gobernador del Banco de España a través de un comunicado de prensa que "no son las comunidades autónomas las que ponen en riesgo la estabilidad presupuestaria". El conseller recordó que todas ellas, excepto Madrid, cuentan con un Plan Económico Financiero de Reequilibrio aprobado por el Gobierno de España, y en el que se enmarcan todas las actuaciones que desarrollan en materia de austeridad. La Comunitat Valencia, tras meses de negociaciones con Madrid, logró el visto bueno a su plan para sanear las cuentas. "Si pese a este marco de referencia que está guiando nuestra actuación, se nos sigue tachando de falta de austeridad, quizá deberían ver quien es el que realmente derrocha y se aleja de la estabilidad", sentenció Camps en alusión al Gobierno central. En este sentido, hizo hincapié en el dato de que las comunidades autónomas han pasado de tener hace tres años un déficit del 0,2%a situarse hoy en el 2,2%, por debajo del 3% que fija como máximo la Unión Europea; mientras que el Gobierno central ha pasado de una situación de superávit hace tres años, a tener ahora un déficit del 9,5%. Sobre la propuesta deslizada por Ordoñez de que el Gobierno refuerce el compromiso de las comunidades con la reducción del déficit, el conseller fue tajante: "No pueden venir ahora a exigir austeridad a quienes estamos haciendo bien los deberes y estamos conteniendo nuestro gasto, teniendo además en cuenta que somos las comunidades quienes verdaderamente soportamos el gasto social derivado de la sanidad, la educación o el bienestar social". Fuentes de Economía recordaron que el plan de reequilibrio contiene medidas ya puestas en marcha, como la reducción del sector público o el plan de austeridad cuya segunda fase se concretará en los presupuestos de 2011 y cuyo contenido fue avanzado por el presidente Camps en las Corts.

También el vicepresidente primero de Consell, Vicente Rambla, valoró los planes de austeridad puestos en marcha por el Consell. Por su parte el portavoz de Economía de las Corts, José Marí Olano, aseguró que la situación de la Comunitat Valenciana "respecto del resto de comunidades" teniendo en cuenta el déficit de financiación "es excelente".

En el ámbito municipal tampoco sentaron bien las palabras de Ordoñez. El responsable de Política Municipal del PP y alcalde de Crevillent, César Augusto Asencio, calificó de "durísimo" el ajuste realizado por ayuntamientos que, recordo, son los que menos han contribuido al conjunto del déficit y la deuda pública. Para Asencio, dada la estructura de gasto de un ayuntamiento -el 90% es fijo- sería imposible apretarse más el cinturón.