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El escándalo sobre la gestión en las ayudas a la cooperación que ha afectado de lleno al conseller Rafael Blasco ha generado inquietud en amplios sectores del PP valenciano que ven con preocupación como el titular de Solidaridad y Ciudadanía vuelve estar en el punto de mira de la sospecha. Dirigentes del PP consultados por este diario admitieron su malestar con una polémica que afecta a un tema tan sensible como la cooperación y que arroja serias dudas sobre un conseller cuya trayectoria ha estado marcada por los escándalos.

Las voces más críticas contra el también portavoz del grupo popular en las Corts proceden principalmente del sector cristiano del partido que nunca ha visto con buenos ojos al ex conseller socialista. La existencia de un entramado de empresas dirigidas en la sombra por personas vinculadas a Blasco que se habría beneficiado de fondos públicos dirigidos al Tercer Mundo ha dado argumentos a quienes en el PP valenciano recelan del síndic popular y consideran que el presidente Francisco Camps debería tomar cartas en el asunto. No obstante, no sólo el sector conservador desconfía de un conseller que en los últimos tiempos se ha convertido en un apoyo clave para el presidente provincial del PP, Alfonso Rus.

Personas que han compartido con él tareas de gobierno señalan que no es la primera vez que el conseller camina por la cuerda floja y que el escándalo no puede sorprender a nadie que haya seguido su trayectoria. "Mucho menos al propio Camps que sabía el riesgo que corría al hacerle conseller", apunta otro dirigente que recuerda que en la pasada legislatura el jefe del Consell tuvo que abrir una crisis de gobierno ante su controvertido paso por el departamento de Territorio. Estas fuentes admiten que Blasco ha hecho impagables servicios a la causa, pero añaden que es obvio que siempre "ha trabajado para sí mismo".

La polémica tampoco ha gustado en el Palau de la Generalitat. Aunque el propio conseller previno a Camps de lo que se le venía encima -Blasco aseguró en rueda de prensa que supo de la existencia de la querella socialista diez días antes de presentarse- al jefe del Consell le incomoda que la imagen de su Gobiern0, muy tocada por el caso Gürtel, sufra una nueva estocada. Aunque en el PP se da por hecho que el conseller "sobrevivirá como siempre lo ha hecho" máxime en un momento en que difícilmente Camps puede dar un golpe de autoridad, reconocen que el escándalo debilita a quien en los últimos años ha llevado el peso de su defensa. Considerado dentro y fuera del PPCV como el mejor estratega del Consell de Camps, Blasco había ganado protagonismo en la primera línea política.

De hecho, como portavoz ha dado un impulso importante al grupo popular con el que ha paliado en parte la parálisis de un Ejecutivo en el que dos de sus vicepresidentes están salpicados por el caso Gürtel. Ahora, en plena ofensiva contra el síndic socialista, Ángel Luna, por la polémica reforma en el domicilio familiar, la figura del síndic popular se ve empañada por una controversia que llega a menos de un año de las elecciones y de la formación de otro Consell.

Castellano: "Ha dado explicaciones prontas y claras"

El conseller Serafín Castellano aseguró ayer que Blasco ya ha dado "explicaciones prontas y claras de todo lo que se le ha solicitado, como las da también el Gobierno valenciano en su conjunto". El titular de Gobernación, que en su día también se vio afectado por la polémica por adjudicar contratos a un conocido, considera que el PSPV "es el menos indicado para dar lecciones de ética y de moral a nadie porque la historia reciente demuestra que siempre que gobierna el PSOE, en este país se convive con la corrupción y con el paro". Desde las Corts la diputada popular Hermina Palomar acusó al PSPV de tratar de confundir a la opinión pública, al tiempo que negó la existencia de irregularidades en Cooperación.