José Manuel, con trece días de vida, e Inés, de once, permanecen ingresados desde su nacimiento en la sala de Neonatología del hospital Doctor Peset donde están siendo tratados de una meningitis bacteriana -grave en el caso del niño- que desarrollaron como secuela de una rara enfermedad denominada listeriosis, provocada también por una bacteria.

El hospital confirmó que había dos recién nacidos ingresados por listeriosis, una enfermedad infecciosa grave y relativamente infrecuente, ya que afecta de dos a siete personas por cada millón de habitantes. El estado de salud de ambos bebés es grave aunque responden bien al tratamiento.

María Jesús P. G., de 33 años y vecina de Catarroja, y Neus M., de 30, residente en Alfafar, son las mamás de los dos pequeños. El primero en nacer fue José Manuel, el 10 de octubre, cuyo parto se adelantó mes y medio a raiz de que su madre tuviera una subida repentina de fiebre hasta 39º y dejara de sentir al bebé en su seno. "Eso fue lo que más me asustó y por lo que acudí al hospital", confiesa. En el centro sanitario confirmaron que el feto sufría y le provocaron el parto con cesárea. El recién nacido fue directamente a la incubadora donde ha permanecido hasta este jueves que pasó a la sala de neonatos.

"El niño nació con una infección en la sangre que resultó ser por la bacteria listeria que se supone que yo se la contagié" declara María Jesús, que agrega que el tratamiento antibiótico de amplio espectro que dieron al niño -sin conocer aún la identidad del agente infeccioso- era eficaz contra la bacteria.

"Se supone que la infección la tenía el niño que me avisó dándome a mi fiebre", relata la madre, que indica que también analizaron la placenta. Días después se confirmó que el pequeño José Manuel había desarrollado una meningitis bacteriana por lo que tiene que permanecer hospitalizado 21 días.

El caso de la pequeña Inés fue diferente. Su madre, Neus dio a luz el 12 de octubre, con las 42 semanas cumplidas, aunque como la niña no bajaba terminaron practicándole una cesárea. La víspera de irse a casa la nena tuvo unas décimas de fiebre y las trasladaron a neonatos.

Este lunes los análisis confirmaron que era una meningitis bacteriana, lo que supone 21 días de tratamiento. Dos días más tarde, los cultivos de la muestra extraída en la punción lumbar indicaron que la peque tiene la bacteria listeria.

María Jesús y Neus no se conocían de nada, ni habían coincidido en el paritorio ni se habían visto con anterioridad en sitio alguno aunque comparten la misma angustia, ahora un poco más tranquilas porque ambos niños evolucionan bien.

"Que te digan que tu hijo está más para allá que par acá... es horrible, al principio todo era negativo pero ahora está mejor, sobre todo después de darle el pecho que cambió como del día a la noche", indica María Jesús. Ella y Neus explican las serias secuelas que puede dejar una meningitis: sordera, estrabismo, fallos hepáticos, retraso mental y déficit en el desarrollo. Pero tienen paciencia, mucho coraje y mucho más amor.

La reivindicación de las mamás de neonatos

"Cuando llegas a casa con las manos vacías y sin el bebé se te cae el mundo encima, pero hay que tirar adelante y ser fuerte", declara Neus M., la mamá de Inés. Tanto ella como María Jesús dan el pecho a los recién nacidos desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche y lamentan que en el hospital Peset no haya una sala más confortable para las mamás, con algunos sillones en los que descansar. "Nos quedaríamos aquí toda la noche para darles todas las tomas", agrega Neus, que lamenta tener que irse a casa porque no haya un sitio en condiciones. Ignoran cómo se contrae la enfermedad y aseguran no haber comido los alimentos que pueden causarla: patés y quesos caseros, carne en mal estado o crudas y verduras mal lavadas.