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Si la educación sexual es importante en el desarrollo de cualquier persona para conocer bien los riesgos y consecuencias del sexo, aún lo es más para aquellos con discapacidad intelectual. Sobre todo para poder enfrentarse a posibles coacciones que puedan sufrir en internet. Así lo destacaron ayer los expertos que participaron en la mesa redonda "Sexualidad, Discapacidad Intelectual y Derechos Sexuales" dentro del XV Congreso Mundial de Sexología que se ha celebrado durante tres días en Alicante.

"Dentro de este colectivo es muy alto el nivel de abuso sexual que sufren pero en el caso de los discapacitados intelectuales con un grado de autonomía alto, al vivir de forma independiente, están más expuestos a estas coacciones a través de internet", explicó ayer la psicóloga del Instituto Valenciano de Atención al Discapacitado (Ivadis), Cinta Escalera. Esta especialista ha adaptado las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre sexualidad a un colectivo que está, en su opinión, "estigmatizado" y es "más vulnerable a las coacciones".

Por ello, Escalera explicó, en su intervención, los resultados del estudio realizado sobre la convivencia de un grupo de discapacitados intelectuales -con un alto nivel de autonomía, es decir, trabajan e incluso tienen parejas estables- con profesionales en residencias y pisos tutelados. Una experiencia en la que, estas personas, "muy autónomas y sexualmente activas", desarrollan "una condición sexual normalizada", esencial para poder "reconocer las manipulaciones de las que son objeto por terceras personas", indicó la psicóloga del Ivadis.

Apoyar las conductas sexuales, crear espacios de privacidad o valorar los riesgos son algunas de las pautas que enseñan los especialistas.

Desarrollo afectivo

Siempre de una "forma natural e informal, ya que tienen la oportunidad de abordar sus dudas en el día a día". Y es que, en palabras de Escalera, "es muy importante el desarrollo humano y afectivo de los discapacitados intelectuales porque les permite disfrutar de una mayor salud sexual y una mayor calidad de vida lo que hace que se sientan emocionalmente más protegidos".

El sexo en la tercera edad fue otro de los temas que se trataron durante la jornada de ayer a través de la proyección de la película "La vida empieza hoy" de Laura Mañá. Un congreso por el que han pasado un total de 600 personas según su presidenta María Pérez, quien resaltó el éxito de un encuentro que se cerró con la firma de un manifiesto al que se han adherido "las sociedades científicas más importantes a nivel nacional e internacional" en esta materia.

El objetivo de este congreso ha sido "promover un movimiento ciudadano en pro de la educación sexual profesional y con base científica", señaló Pérez. Con una educación sexual completa e impartida por expertos, se consigue paliar casos de insatisfacción, de disfunción en la práctica del sexo e incluso proteger a determinados colectivos sociales sobre posibles acosos o coacciones que puedan sufrir. La repercusión, insistió, ha sido tal que "los jóvenes no profesionales que han asistido realizaron una versión del manifiesto que colgarán en una web que vamos a hacer".

"Uno de cada tres hombres ha sufrido eyaculación precoz"

Las disfunciones sexuales han sido otro de los puntos abordados en el XV Congreso Mundial de Sexología. Y entre ellas, la eyaculación precoz es "el problema más frecuente" entre la población masculina, "por encima de la disfunción eréctil", según apuntó ayer el sexólogo y presidente de la Asociación Española para la Promoción Integral de la Salud Sexual (APISS), Carlos San Martín, durante su ponencia titulada "Integración de nuevos recursos Terapéuticos en el Abordaje de la Eyuculación precoz". Según este experto, "uno de cada tres hombres ha sufrido eyaculación precoz en algún momento de su vida".

No obstante, aunque es un problema frecuente en la población, San Martín advierte de que los límites de satisfacción los marca la pareja: "Puede que una pareja tenga una duración mayor pero el nivel de satisfacción sea menor y viceversa".

La aparición de un profesional en la ecuación es necesaria, sostiene, cuando lo que predomina es la insatisfacción. Y en ese punto, la experiencia clínica propone una solución no sólo farmacéutica sino también terapéutica. "Los fármacos nos ayudan pero no debemos caer en una medicalización", añade este especialista. De este modo, las terapias enseñan a los pacientes a "detectar y controlar las sensaciones previas a la eyaculación para hacerlas más largas", lo que unido al tratamiento en pareja "les ayuda a que no lo vivan de una forma tan agobiante".

A pesar del pudor que se puede sentir ante esto la tendencia camina hacia la normalización. "El factor vergüenza sigue existiendo, el afectado siente que eso le resta virilidad pero cada vez son más conocidas las terapias, los fármacos y los especialistas", concluyó.