La 'senyera' que envolvió el féretro de Vicente Blasco Ibáñez cuando sus restos regresaron a Valencia en 1932, una bandera gemela de la que sale en procesión cada mañana de 9 d'Octubre, comienza a recibir el cariño de las instituciones valencianas. No el del Ayuntamiento de Valencia, que sigue sin responder al ofrecimiento de Unió Valenciana, partido que tiene la bandera en propiedad y que la ofreció al consistorio hace ya un año.

Esa 'senyera', sin embargo, será expuesta el próximo mes de abril en el Museu Valencià de la Ilustració i la Modernitat (MuVIM), que depende de la Diputación de Valencia presidida por Alfonso Rus. El museo tiene en su fondo parte del legado del escritor, cuya familia lo cedió a esta institución precisamente por estar en desacuerdo con el trato que se daba al resto del patrimonio de Blasco Ibáñez en su Casa-Museo, gestionada por el ayuntamiento.

Así las cosas, la próxima primavera el MuVIM realizará una muestra con ese fondo como base, y la Fundación Centro de Estudios Vicente Blasco Ibáñez ha pedido a Unió Valenciana (UV) que ceda temporalmente la 'senyera' que envolvió el féretro para completar la exposición.

El CVC la ignoró hace años

Desde la formación política, su presidente, José Manuel Miralles, se mostró encantado en prestar la 'senyera' para este fin. De hecho, según explica, prácticamente desde que llegó a la presidencia de UV está intentando ceder la enseña a alguna institución que tenga medios para protegerla y exhibirla ante los valencianos. "Debería estar en otro lugar; no puede estar en un armario de la sede", afirma. Hace aproximadamente tres años, el partido ya ofreció la donación al Consell Valencià de Cultura (CVC): "Redactamos un documento, quedaron en que nos dirían algo y jamás se supo", señala el dirigente político.

Lo mismo, poco más o menos, ha ocurrido con el Ayuntamiento de Valencia. Ante el desentendimiento del CVC, Miralles ofreció la 'senyera' al consistorio: una donación al pueblo valenciano a través del ayuntamiento para que fuera exhibida en el Museu Municipal junto a su hermana. Eso fue hace más de un año. El ayuntamiento respondió con un informe de la sección de Museos en que se valoraba la bandera en 3.500 euros. Ese escrito se firmó el 29 de enero de 2010, y desde entonces UV no ha tenido noticias del ayuntamiento para formalizar la entrega.

Así que, mientras tanto, la bandera de Blasco Ibáñez sigue en la sede del partido, en la Plaza del Ayuntamiento. Según el dirigente unionista, la publicación de un artículo en este diario el pasado 4 de octubre le ha dado gran relevancia a la bandera. "El 9 d'Octubre se hizo cola en la sede porque muchas personas querían hacerse la foto", explica. Irónicamente, a escasos metros de allí, la bandera gemela de la de Blasco, la reconocida y que pasean las autoridades cada año, era expuesta con todos los honores para que los vecinos pudieran retratarse con ella en la víspera del día grande de los valencianos.

La bandera ya estuvo en la corporación

No es la primera vez que la Diputación de Valencia recibe la bandera que hace casi ochenta años envolvió el féretro del escritor valenciano más universal del siglo XX. Ya en tiempos de Fernando Giner al frente de la corporación provincial, una exposición en el edificio de la Plaza de Manises exhibió una enseña que tiene más de 80 años.

La bandera data de 1927. Ese año el ayuntamiento presidido por el Marqués de Sotelo acordó confeccionar una nueva 'Real Senyera' que fuera una réplica exacta de la antigua que allí se conservaba. En la fábrica de Eduard Sanchis, en la calle Quart, se hilaron dos al mismo tiempo. La olvidada fue regalada al doctor Ricardo Muñoz Carbonero, amigo y médico personal de Vicente Blasco Ibáñez, que la utilizó para el traslado desde Francia del féretro de Blasco Ibáñez. El hijo de Muñoz donó la bandera a Unión Valenciana en tiempos de González Lizondo.