El plan de racionalización del sector público de la Generalitat, que debía extenderse a lo largo de tres años, hasta 2012, se liquidará anticipadamente. El conseller de Economía, Gerardo Camps, quien ayer entregó a las Corts los presupuestos autonómicos para 2011, dio una buena noticia a la pléyade de responsables de las empresas del Consell al dar por concluido el proyecto de eliminación de organismos y fundaciones con la supresión de los ya anunciados en mayo, la mayoría con escasa actividad. No habrá más cirugía. Al mismo tiempo, anunció que se ha descartado la reducción de altos cargos del Consell. En cambio, la crisis ha forzado al Ejecutivo a meter la tijera al gasto en las empresas, que sufren importantes recortes, sobre todo las inversoras.

En total, el presupuesto consolidado, que incluye el sector público, ascenderá a 16.015 millones, una reducción del 4,2% respecto a este año, frente al descenso del 4,7% del presupuesto de la Administración (con una dotación de 13.713 millones). El resultado de los planes de adelgazamiento del sector público quedará lejos de las expectativas: En las cuentas del próximo año, no aparecen ya Valencia Comunidad de Inversiones (absorbida por el IVEX), la Sociedad de la Imagen (en Proyectos Temáticos) ni Mundo Ilusión. Entidades que este año sólo disponen de 8 millones. Respecto a la reordenación del segundo escalón del Consell, Camps defendió que la valenciana es la Administración «más barata» por el número de funcionarios y cargos sobre la población y añadió que es «imposible reducir más» la nómina de cargos. «El poco ahorro que iba a suponer tampoco era sustantivo a la hora de afrontar la crisis», alegó, para apuntar que los cargos suman entre 150 y 180.

Camps reiteró que las cuentas prevén vender patrimonio por 392 millones. Sin embargo, el presupuesto consolidado revela una previsión de ingresos por enajenación de inversiones de 812 millones, 124 del Consell (el edificio de La Cigüeña y otros de Industria), y 688 de las empresas públicas, cuando sólo se ha hablado del solar de las torres de Calatrava.

Cuestión de «técnica contable»

La oposición lanzó la voz de alarma: Las cuentas están hinchadas o se quiere vender más patrimonio del anunciado. Economía replicó que se trata de una cuestión de técnica contable cuando se concluyen obras y en 2011 será el caso del aeropuerto de Castelló, el Ágora, y actuaciones del Ivvsa y del ente gestor de infraestructuras. Recalcaron que no hay más venta prevista que los solares. Con todo, ese apunte contable justifica un gasto equivalente del sector público que de otro modo no podría haberse presupuestado.

El conseller indicó que los planes de venta de patrimonio ya estaban previstos, aunque se han «anticipado» ante la caída del 66% de las transferencias del Estado por el nuevo modelo de financiación. Las cuentas reflejan el nuevo sistema, de forma que los ingresos por impuestos directos e indirectos se disparan mientras lógicamente las transferencias caen. Pese a las críticas por la subida de impuestos de Zapatero, el Ejecutivo logra un respiro por la subida del IVA y la mayor participación en el tributo. Ingresará un 92% más.

La venta de solares distorsiona las cuentas por separado del sector público que, con 3.567 millones, sólo baja 7, un 0,2%. Ello es debido a las enajenaciones de bienes consignadas en la Ciudad de las Artes, que ve engordado su presupuesto de 115 a 408 millones aunque en realidad no lo gastará, ya que hay 228 millones de superávit previsto. La realidad es que la mayoría de firmas públicas sufre descensos. Camps también informó de que en 2011 no habrá oferta de empleo público aunque habrá entre 2.000 y 2.500 contrataciones por la apertura de centros.

Camps aspira a liderar la salida de la crisis en España con unas cuentas que crean 5.400 empleos

El presidente Francisco Camps proclamó ayer en la sesión de control que la Comunitat Valenciana «va a liderar España en los próximos años» al ser «la primera en salir de la crisis y generar empleo», pero cuando Compromís le apretó las tuercas desveló que las cuentas prevén la creación de 5.400 puestos de trabajo. El dato escandalizó a Mireia Mollà (Compromís), que lo consideró el reconocimiento de un fracaso al representar sólo el «0,1% del medio millón de valencianos parados». Camps replicó que son empleos «netos» y defendió que la Comunitat lleva tres años de destrucción de puestos. Añadió que los empleos se multiplicarían por dos si Zapatero convocara elecciones el próximo otoño, «por tres si fuera el primavera y por cuatro en verano». «Mi compromiso sigue siendo el pleno empleo», sostuvo. El conseller Camps alegó que el Gobierno prevé para todo el Estado crear 50.000 empleos.