La Generalitat quiere vender el último solar de la Ciudad de las Artes y las Ciencias aún por edificar, donde se proyectaban los tres rascacielos de Santiago Calatrava, para cuadrar sus cuentas. La operación deberá superar antes una "pequeña" traba. La mitad del solar, de 19.000 metros cuadrados de suelo, tiene pendiente de ejecución una sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a la Generalitat a pagar, a precio de mercado, el valor de los 10.000 metros cuadrados que se expropiaron a su propietario legal en la década de los 90. La ganadora de este recurso fue la empresa l'Horta Inversiones SL quien espera desde 2007 a que la Generalitat cumpla la sentencia que dictó en junio de ese año.

El responsable de l'Horta Inversiones SL, Fernando Escrivá, confirmó ayer a Levante-EMV que, a pesar del tiempo transcurrido "la Generalitat no nos ha abonado el valor de los terrenos. Aún deben calcular su valor, pero la justicia es muy lenta y ellos (en referencia a la administración autonómica) ponen muchas trabas".

Esta patata caliente sin resolver se remonta a la década de los 90. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valencia de 1988 permitía en el sector Moreras I usos residenciales, dotaciones y terciario de oficinas u hotelero. Tras un convenio entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia de 1991 se decide desarrollar en Moreras I la Ciudad de las Ciencias. En 1993 se aprobó el Plan Parcial para desarrollar este sector que incluía una Torre de Telecomunicaciones, l'Hemisfèric, el Museo de las Ciencias y un área urbanizable con 119.883 m2 techo, en la que se reservaba suelo dotacional para colegios, servicios públicos y zonas verdes. La Generalitat quiso introducir usos terciarios en los soportes de la Torre de Telecomunicaciones, pero la Asociación de Promotores recurrió este plan parcial porque consideraban que la Generalitat les hacía la competencia en la incipiente avenida de Francia que comenzaban a construir. Dos sentencias del TSJCV y del Supremo (de 1998 y 200, respectivamente) dieron la razón a los promotores y confirmaron que se habían introducido en el PGOU de Valencia "un cúmulo de usos privados en la Torre de Telecomunicaciones, totalmente incompatibles con el carácter de servicio público" que atribuía el plan general a la zona.

La Generalitat aprobó en el año 2000, ya gobernada por el PP, otro plan parcial en el que la Torre de Telecomunicaciones se sustituía por el Palau de les Arts, se introducía l'Oceanogràfic e intentaba adaptarse a las sentencias anteriores justificando el interés social del proyecto con una reserva de edificabilidad que "permitiría construir 450 VPO". A esta lacónica frase se acoge el TSJ en 2003 para denegar a l'Horta Inversiones SL la reversión de los 10.000 m2 que le expropiaron porque estas supuestas 450 VPO "justifican el interés social" del proyecto. La empresa recurrió y logró que el Supremo le diera la razón en 2007 ya que las expropiaciones se basaron en el plan parcial anulado por el mismo Supremo (a raiz del recurso de los promotores). La sentencia del Supremo de 2007 obliga a la Generalitat a devolver al dueño legal los terrenos (unos 10.000 m2 del solar de 19.000 m2 donde se proyectaban las torres de Calatrava) o que se los pague a precio de mercado (de 2007, antes de la crisis) "más un 25% de dicha cantidad en concepto de daños y perjuicios ocasionados, entre ellos el lucro cesante de las tierras expropiadas".

Una tasación calculó el valor del solar en 228 millones de euros

La empresa l'Horta Inversiones SL es propietaria de los terrenos que le quiso expropiar la Generalitat desde hace "unos treinta años", según cuenta su responsable Fernando Escrivá. "Era un suelo industrial con una chimenea protegida que venían a visitar continuamente los arquitectos. Nuestro proyecto era destinar aquellas naves a una Ciudad del Cine, pero nos expropiaron, derribaron hasta la chimenea y así estamos: quince años peleando contra esta situación". Escrivá lamenta la "falta de diálogo" con la Generalitat "no han querido negociar en ningún momento durante todo este tiempo". Ni siquiera le han ofrecido la opción de participar en la urbanización del solar como legal propietario. Como también se niegan a devolverle los terrenos, la única opción que queda es que le abonen a precio de mercado (de 2007) los 10.000 m2 que la Generalitat expropió a l'Horta Inversiones. "Una tasación que se hizo a la Generalitat calculó que el valor de los 19.000 m2 del solar superaba los 228 millones de euros". La mitad pertenecerían a esta empresa. l. b. valencia