La Ribera ha sido el ámbito más fuerte de expansión de la Muixeranga. En l´Alcúdia, La Muixeranga Els Negrets de l´Alcúdia, una de las más arcaicas de la Ribera, desapareció durante algunos años de la tradicional Entrà de la Mare de Déu. Allá por los años 50, un grupo de jóvenes intentó recuperar la tradición pero sin éxito. No fue hasta los años 80 cuando Pepe Ros, participante en la anterior tentativa, se hizo cargo de un grupo de jóvenes con el objetivo de retomar tanto la torre como el baile. Esta vez la mecha prendió y consiguieron cumplir, no sin dificultades, con su cita anual hasta el 2003, año en el que se temió por su desaparición de nuevo al no poder desfilar en l´Entrà. Esto fue un revulsivo y al año siguiente la tradición resurgió con nuevas fuerzas. En el 2005 se constituía la asociación Muixeranga Els Negrets de l´Alcúdia, un grupo de gente comprometida con la tradición que ha conseguido rescatar la Muixeranga del olvido al tiempo que la han modernizado, acercando a la mujer a la Colla, diversificando el repertorio de figuras y exportando su actividad más allá del ámbito religioso.

En Sueca, el archivo municipal contiene una referencia documental de la muixeranga que data de1798. En ese escrito consta que el Ayuntamiento de Sueca pide permiso a la autoridad militar para que la tradición tuviera presencia en la procesión de la patrona. Salvador Vila, coordinador de la recuperada peña de la Muixeranga de Sueca, explica que «hasta los años 40 se representaba el Ball dels Locos, sin otra referencia a la tradición original». La progresiva recuperación de danzas y bailes tradicionales en la procesión de la Mare de Déu de Sales, animó a un grupo de personas a levantar un par de estas construcciones humanas en la Plaça de l´Ajuntament la Nochebuena de 2005. El grupo lo forman cerca de 60 miembros, 8 de los cuales son niños.

De la Ribera a la Safor. La Muixeranga de la Safor nació hace 8 años en Gandia y es, por el momento, la única existente en la comarca. Con ella, según explicó uno de sus fundadores, Raül Faus, se recuperaba una tradición cuya existencia estaba documentada en el marco de la procesión del Corpus de Gandia, en la que antiguamente el gremio de la construcción llevaba a cabo la formación de castillos humanos como remate de su baile. Desde que nació, la Muixeranga de la Safor, con personas de toda la comarca, ha ido creciendo en número y prestigio. En sus actuaciones importantes suele reunir en torno a 50 personas y ha alcanzado ya formaciones de cinco alturas, la primera de ellas en 2007 en Italia. La labor desarrollada por esta Muixeranga parece haber prendido además la llama de la afición por las torres humanas en la comarca, ya que en la actualidad está en trámites de constituirse una segunda «colla», en Oliva.

La Muixeranga ha llegado hasta la desmemoriada ciudad de Valencia. En el cap i casal funciona, desde 2007, la Associació Cultural Muixeranga de València, que ya ha logrado realizar torretes de quatre. Con raíces en el barrio de Benimaclet, ha sido en Sant Marcel·lí donde se ha expandido con ensayos semanales. Han actuado en Pego, la Malva-rosa, l´Olleria o Piera (Barcelona). Agrupa a una treintena de miembros y quiere, según afirma su residente Paco Blai, recuperar una tradición popular que demuestra el amor a la tierra, al país, a la lengua, a la cultura y al patrimonio».

El Ball dels Locos

L´Olleria es el único municipio de la Costera, la Canal y la Vall d´Albaida que celebra una fiesta de castellers o ball dels valencians. En el resto de localidades ha dejado de celebrarse esta tradición. Lo mismo había sucedido en l´Olleria, pero hace 15 años, los monitores del grupo scout local regresaron de una acampada en Mallorca con las instrucciones de cómo montar una torre humana. Pero se encontraron con la sorpresa de que no se trataba de ninguna novedad, sino que era una tradición que se mantuvo en l´Olleria hasta que decayó a principios del siglo XX. La última vez que se tiene constancia de que se celebró fue en 1917. De conversaciones con personas de más de 80 años y del hallazgo en un caserón de un documento antiguo se logró conocer mejor la tradición del Ball dels Locos. Una anciana de 90 años logró tararear la canción que ahora se interpreta en cada actuación. La fiesta, que superó las «trabas» impuestas por el ayuntamiento en la etapa del PP, se celebra a finales de julio, coincidiendo con la Festa de la Magdalena.