Como cada año el informe de la Sindicatura sirvió a la oposición para cargar contra el Consell de Camps por su gestión de los fondos públicos. El portavoz del PSPV en las Corts, Ángel Luna, se centró en el "estrepitoso fracaso del plan estrella de la política económica" de Camps, el Plan Confianza, y recordó "los clásicos de siempre" como el hecho de que no se reflejen "las amortizaciones en aquellas cosas que se devalúan y, por lo tanto, no es posible conocer los resultados económico patrimoniales" de la gestión del PP.

Denunció también las las facturas de sanidad en los cajones y el aumento de los los gastos financieros, así como el hecho de que de los 44 expedientes de contratación "solo en 18 la Sindicatura no ha encontrado incidencias significativas".

Por su parte, el diputado autonómico en las Corts y dirigente de EUPV, Lluís Torró, resaltó que la fiscalización del sector público muestra "la perversión y el derroche" de la Sociedad de Proyectos Temáticos, "un auténtico colador de macroproyectos que gastan unas cantidades desorbitadas de dinero", dijo.

Según aseguró el informe "describe a la perfección el gasto desorbitado de este Gobierno en grandes eventos y proyectos faraónicos". Por su parte, la portavoz adjunta de Compromís y dirigente de Iniciativa, Mireia Mollà, manifestó que la situación financiera de la Generalitat es "peor" de la que su grupo parlamentario había advertido. Además, denunció la incompetencia del Consell por los 11,6 millones de euros de gastos reconocidos mediante expedientes de enriquecimiento injusto y el "lastre financiero" por los compromisos de futuro.