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Ni publicidad, ni concurrencia, cuando se trata de otorgar contratos a empresas; ni mérito ni capacidad, si el proceso afecta al personal seleccionado. La Ciudad de las Artes y de las Ciencias (Cacsa) se ha saltado la ley en las contrataciones y en la ejecución de obras con sobrecostes, según denuncia el Síndic en su informe de fiscalización de las cuentas del complejo de ocio del ejercicio de 2009.

De la revisión de los expedientes, se concluye que las dos últimas infraestructuras acometidas -el puente de l'Assut de l'Or y el Ágora- han roto todos los techos de gasto. Y burlando la norma. Mientras el puente pasó de 23,2 millones presupuestados a acabar costando 46,5 -cierre de 2009-, el Ágora cerró el pasado ejercicio con 67,2 millones ya gastados, pero la previsión, por ahora, es de 76.983.427 euros. Es la suma del precio de adjudicación (41,3 millones) más el modificado de 35,6 millones, con una ampliación del plazo de ejecución hasta el 24 de julio de 2010, que se puso en marcha antes de aprobarse y se aprobó al margen de la ley. Lo dice el Síndic de Comptes. Esos cambios iban dirigidos a "satisfacer nuevas necesidades a instancias de la dirección facultativa, no contempladas (...) en el contrato inicial". Pero, "no se acredita en el expediente que sirva para atender circunstancias imprevistas". "Por ello cabe concluir -apunta el Síndic- que en la formalización de este modificado no se han observado los principios de publicidad y concurrencia establecidos en la normativa aplicable". Además, "se aprueba y formaliza [el modificado] una vez se han ejecutado obras por importe de 45.609.429 euros", remata el informe. En las obras para el equipamiento escénico de la sala Martín y Soler del Palau de les Arts, se advierte una diferencia de 914.000 euros entre la cuantía de esas obras -4,2 millones- y el certificado final de las mismas, que es de 3,37 millones. La explicación reside en que no se han incluido las certificaciones de obra entre julio y septiembre de 2009. No consta una nueva certificación final que rectifique la "erróneamente presentada", subraya a Sindicatura. La liquidación final del Palau de les Arts eleva el coste a los 382,5 millones de euros.

De la fiscalización de los contratos de obra entre 200.0000 y un millón de euros, y de suministros y servicios entre 60.000 y 100.000 euros, se aprecia que en muchos casos, "no se aplica en la licitación el principio de publicidad", pese a que es de "carácter obligatorio".De los 66 expedientes de contratación revisados, nada menos que 49 se adjudicaron por el procedimiento negociado, casi siempre sin publicidad, lo que se conoce como a dedo.

No es mucho más escrupuloso con la legalidad cuando se trata de contratar personal. En 2009 se produjeron doce altas. "Se utiliza la edad como criterio excluyente, lo que vulnera los principios de mérito, igualdad y capacidad", dice el Síndic. Y añade: "En dos casos no consta (...) procedimiento selectivo previo y en otro el trabajador no dispone de la titulación -licenciatura- necesaria".

Caos en la Fundación del Palau

La segunda edición del evento musical MTV Winter costó a Cacsa un millón de euros. El informe técnico que motiva toda la contratación "no justifica la idoneidad del precio acordado", no consta que se haya solicitado a los subcontratistas "la acreditación de no estar inhabilitados para contratar" y, en tercer lugar, "las facturas que soportan el 63% de los gastos no detallan suficientemente los conceptos facturados del evento". Un año más, la situación patrimonial de Cacsa la sitúa técnicamente en la bancarrota. Su patrimonio neto (439,7 millones) es inferior a dos tercios del capital social (724 millones), lo que obliga a la sociedad a reducir este último según lo dispuesto en la Ley de Sociedades Anónimas.

En el capítulo de ingresos destaca la caída de un 10,6% (de 25,5 a 22,7 millones) del negocio por la venta de entradas, de un 58,7% (de 1,9 a 0,8 millones) en los beneficios por actos o eventos y un 65% en ingresos por cesión de imagen (básicamente rodajes publicitarios). Entre los deudores, figura la Fundación del Palau de les Arts, gestora del recinto operístico, con 10 millones, de varios ejercicios. El Síndic denuncia deficiencias en el control interno de la gestión de la fundación.