El lunes 20 de diciembre se cumplieron 18 años de la moción de censura que le apartó de la alcaldía de Alzira. ¿Aún quedan heridas abiertas?

En lo que a mi respecta es un tema que está en la misma situación que yo. Estoy jubilado y amortizado políticamente, por lo tanto, dentro de esa jubilación, lo considero un tema pasado y superado. En estos momentos me produce un regusto amargo, no a título personal, sino por la repercusión en mi pueblo. Lo que más lamento es que se le hizo un gran daño al pueblo, porque creo honradamente y sin falsa modestia que en el lugar que yo estaba y con las relaciones que tenía podía haber conseguido para mi pueblo mucho más de lo que se consiguió en todos los años que se sucedieron a mi relevo. Se hizo un atentado político, pero al mismo tiempo se produjo un suicidio de la agrupación de Alzira, porque realmente desde aquel momento la agrupación socialista se quedó sin posibilidades políticas.

Vds. siempre han argumentado que fue una maniobra de Joan Lerma ante el creciente poder de los Blasco en el PSPV. ¿Reconocen algún error por su parte?

Se juntaron dos cosas. Mi hermano Rafael, dejando a parte el tema de las ideologías, que es realmente una máquina política y tiene una enorme capacidad, porque no es ningún secreto que diseñó toda la estructura política de Lerma. Y Paco Blasco, que al estar como presidente de la diputación, visitaba todos los pueblos de la provincia y daba apoyo a todos los alcaldes, lo cual creaba una cierta proximidad. Ahora puedo pensar que eso podía despertar algún tipo de inquietud o malestar no sólo en el presidente de la Generalitat, sino también en su entorno. En todos los ámbitos políticos siempre hay personas que tienen inquietudes y aspiraciones legítimas a sustituir o a cambiar y, sumando lo de mi hermano y lo mío, posiblemente fuera un determinante de lo que se produjo. Tengo la impresión de que muchas personas que participaron en aquel complot o maquinación están arrepentidas. Se equivocaron desde el punto de vista de lo que era mejor para el partido y de lo que era mejor para el pueblo y alguien me lo ha reconocido.

¿En aquel momento no se planteaba el recelo que podía depertar la acumulación de poder?

No me lo planteé en absoluto. Me sorprendió todo. Quizá también porque, en aquella época, por las circunstancias de este pueblo y de la diputación estaba totalmente entregado a la tarea.

Está recogiendo información para redactar sus memorias y tras 13 años como alcalde y cuatro al frente de la diputación seguro que podría contar muchas cosas. ¿Piensa destapar algo que no se conozca?

Es posible que haya cosas que algún especialista haya leído y las conozca, pero hay otras muchas de información general que no se conocen, pero tratadas a estas alturas que ya no hay ningún tipo de resquemor y seguramente sin nombres ni nada… si llega. Es una cosa que no tengo decidida. Necesito tener cuatro o cinco años de salud para tomar una decisión.

Porque su hermano aún está en la primera línea de la política.

Por supuesto, es una parte.

¿Por qué la polémica acaba siempre rodeando al apellido Blasco?

En muchas ocasiones con el apellido Blasco se ha dado otra circunstancia. También ha estado mi hija, que en sus 28 años en el ayuntamiento ha realizado un papel francamente positivo. El apellido Blasco ha tenido repercusión por nuestra participación en la gestión municipal, yo como alcalde y mi hija que ha ostentado concejalías de responsabilidad, antes y ahora. Yo deseo por el bien de mi pueblo que se encuentre a la persona que sustituya dignamente a mi hija en el área de Hacienda porque vienen años muy duros.

¿Pero a qué atribuye que la polémica acabe salpicando tantas veces al apellido Blasco?

Si hay situaciones de una cierta injusticia o de una cierta inconciencia política para tomar unas decisiones como las que se tomaron en Alzira, que a través de los años se ha demostrado que han resultado lastimosas, no sólo para los autores y el perjudicado, sino para el pueblo también, eso da pie a que la política vaya por otros derroteros que no son los más nobles ni lo más dignos. No es un buen ejemplo. Yo soy la persona más orgullosa del mundo, porque si he ido cinco veces a las elecciones he sido siempre el más votado, estoy agradecido a mi pueblo. ¿Qué más que haya demostrado la confianza en Paco Blasco? Porque independientemente de que formemos una lista, la gente se vincula al cabeza de lista. Los españoles somos presidencialistas.

Alzira se transformó bajo su largo mandato y mucha gente identifica este cambio con dos elementos que proliferaron: las palmeras y el mármol en las plazas. ¿Había algún tipo de promoción en los viveros?

Periodísticamente puede que esas dos características hayan sido las que se han transmitido, pero eso es lo que menos importancia tiene. Bueno, pero el tema de las palmeras sí tiene su importancia. Palmeras y naranjos. Las palmeras son un elemento de respeto a nuestros ancestros. Los árabes estuvieron 700 años en Alzira, algo tendremos que respetar. Los naranjos y las palmeras no eran de viveros. Como presidente planté en propiedades de la diputación, sobre todo en El Palmar, 30.000 palmeras, y la mayor parte de las palmeras que hay en Alzira son de la diputación y le costaron muy poco al pueblo.

¿Vivir tres graves inundaciones como alcalde dejan huella?

Es inevitable. La pantanada es una cosa que cambia la historia de un pueblo. Yo estuve 48 largas sin poder salir del ayuntamiento hasta que pudimos hacerlo en la barca y cuando aislado en el ayuntamiento vi que el agua superaba la raya de la inundación de Sant Carles y seguía subiendo hubo momentos en que estaba hundido, perplejo porque me imaginaba lo que significaba y tenía miedo por la gente que se pudiera ahogar. Cuando me subo a la barca y empiezo a atender a la gente me tengo que hacer el ánimo, no tengo alternativa, tengo que cargar con todo.

¿Cómo contribuyeron estas desgracias a la transformación de Alzira?

Alzira cambió a mejor porque todos los servicios se mejoraron muchísimo. Yo estuve de vicepresidente de la comisión que repartía el dinero que llegaba al Banco de España de subvenciones y podía influir. Eso me sirvió para reponer lo que había en Alzira, sino mejorarlo.

¿Y a su proyección personal tras codearse con el Papa o el Rey y liderar aquel proceso de reconstrucción?

El viaje del Papa y del Rey es la parte más teatral porque yo sabía que los problemas de mi pueblo ni me los resolvía el Papa ni me los resolvía el Rey. Yo, como alcalde, tenía que cumplir y atenderlos a los dos, creo que lo hice con la dignidad de mis características personales. Mi objetivo entonces fue dedicarme intensamente a mi pueblo.

Se le consideraba un alcalde personalista y populista. ¿Comparte estos calificativos?

Yo soy licenciado en Derecho, soy interventor de ayuntamiento y tenía un conocimiento bastante amplio de la temática municipal. De las personas que me rodeaban los técnicos estaban a mi nivel, pero los concejales, tanto del partido como de la oposición, eran personas extraordinarias pero carecían del conocimiento y la práctica municipal. En las dos primeras legislaturas sobre todo, la oposición me respetó muchísimo y mis compañeros, que eran los antiguos socialistas del pueblo, no sólo me respetaban sino que me querían. Eso crea insensiblemente una cierta aura de que eres tú el que tienes que resolverlo todo. Cuando son los demás los que te vienen, llega un momento que uno tiene que hacerse cargo de todo…. Yo respeto que los demás hablen de un cierto personalismo y un cierto populismo, pero no creo que yo haya hecho nunca un populismo barato.

Uno de los enfrentamientos más fuertes que mantuvo fue con las asociaciones de damnificados. ¿Pesó en ese momento más su militancia política en el PSOE que su condición de alcalde?

Yo, al final, incluso apoyé económicamente a las asociaciones y el propio Xavier Sierra escribió una carta de agradecimiento por el apoyo en el momento que peor estaban. Pero lo que yo no podía era hacer lo que ellos querían, que era que me pusiera al frente de la manifestación. Si lo hubiera hecho sí hubiera sido populista. Yo no podía ir a la Audiencia a presentarme con pancartas contra la Justicia y el Gobierno. Yo tenía la alternativa de que podía hacer mucho bien a mi pueblo si estaba dentro de la ley como alcalde. Desde Alzira se hizo una buena actuación para toda la comarca, independientemente de los damnificados.

Vd. deja la política en 2003 tras pasar ocho años en la oposición en el ayuntamiento. ¿Le duele no haber podido gobernar de nuevo tras la moción de censura?

Si como se ha demostrado mi persona era muy representativa en el pueblo y tenía la situación en la diputación y las relaciones en la autonomía, era la persona que en aquel momento podía hacer más cosas por mi pueblo. Me dolió mucho no poder seguir haciendo cosas por mi pueblo como era mi deseo y creo que también la voluntad del pueblo.

Su hija sí pudo conseguirlo formalizaron un pacto con el PP que estaba cantado. ¿Fue una forma de vengarse del PSOE?

En absoluto. La valía de mi hija se ha acreditado en estos 28 años como concejal sobradamente y se han beneficiado tanto el PP como el PSI. Ha sido una solución favorable para el pueblo de Alzira.

El PSD-PSI ha designado a un nuevo candidato tras la decisión de su hija Gisela de no repetir tras 28 años como concejal. ¿El partido se queda huérfano sin el apellido Blasco?

Eso lo determinarán las elecciones y espero que no sean demasiado desfavorables… para nadie.

¿Qué futuro la augura en las próximas elecciones?

Le deseo el mejor futuro a todos los partidos. Todos los que trabajan por el pueblo se merecen mi respeto.

Pocos partidos independientes pueden presumir de mantenerse tanto en el tiempo y de haber conseguido tantos apoyos. Hay quien atribuye este hecho al clientelismo que practicaba.

La textura del pueblo de Alzira estaría que hubiera dos o tres partidos de entidad y fuerza y que fueran de una enorme valía para que el pueblo se beneficiara de ellos, esta marabunta y dispersión actual de partidos que parece va a haber no beneficia demasiado al electorado. No sacarán representación.

¿Cómo ve la política local?

Como un espectador.

Hágame un pronóstico para las elecciones municipales.

Creo que Elena Bastidas ganará con una satisfactoria y amplia mayoría absoluta.

«Nuestra autonomía es una de las que más disparates ha cometido»

Si pudiera dar un salto en el tiempo, con el poder que tuvo en sus manos, ¿rectificaría algo de lo que hizo o haría algo que no pudo hacer?

Quizá el problema que hay en el país es que si no tienes bien amarrado el poder político, a parte del poder municipal, te puedes encontrar en casos como el que me pasó a mi. En el Gran Teatro de Alzira, delante de 500 o 600 personas, cuando se me elige como cabeza de lista, me dijeron que Paco Blasco sería el alcalde de Alzira y el candidato mientras quisiera, y todos aplaudieron. Cuando lo dijeron ya estaban preparando todo el complot. Un político tiene que dedicar tanto tiempo a la estructura del partido como a la gestión administrativa del cargo que ostenta, y yo me dediqué exclusivamente a la diputación y al pueblo de Alzira sobre todo. Hace falta una reforma muy profunda de la Administración local para que haya auténtica responsabilidad, porque si hay responsabilidad habrá mejor administración. En estos momentos hay mala administración en los pueblos y en las autonomías. Tenemos unas autonomías que hacen auténticos disparates, y la nuestra es de las más significativas. Si se empleara todo el presupuesto del año que viene para pagar deudas no quedaría nada, pero en los ayuntamientos pasa exactamente igual.

Vd. y su hermano Rafael fueron de la mano en el PSOE y, con posterioridad, se les ha acusado de seguir una estrategia común… ¿La familia ha actuado unida en política?

La prueba de que no hay ninguna simbiosis es que desde el momento en que yo dejo la alcaldía hubo rumores de todas las clases, que sembraron los mismos que me habían defenestrado. Desde que yo acabé de ser alcalde no he tenido ninguna intervención política y no quiero añadir nada más.

¿Ni aspiración?

Ninguna aspiración y dejo en el limbo si hubo ofertas o no.

¿Quién ideó la creación del PSI?

Yo personalmente.

¿No fue su hermano Rafael el ideólogo?

No, en absoluto. El PSI es cosa mía. De los otros partidos, el PSD y eso, ni sé ni quiero saber.

Supongo que en algún momento fue tentado. ¿Por qué no acabó en el PP como su hermano?

En absoluto. Desde la universidad mis influencias políticas están en la socialdemocracia moderada que abanderaba Oloff Palme en Suecia y Willy Brant en Alemania, que hizo que Europa evolucionara muchísimo. Incluso cuando perdían alguna elección no tenían ningún inconveniente en sumar, cosa que no sabemos hacer los españoles. Con el desastre que tenemos en España no tiene perdón que esos dos partidos no se hayan juntado. No me he visto nunca en el PP ni mi hija tampoco.

¿Cómo explicaría la evolución de Rafael desde el punto de vista ideológico?

Pregúnteselo a él. De mi hermano sólo puedo responder de su capacidad y su valía. Ojalá en este país tuviésemos personas de su capacidad de trabajo y de su valor y rigor intelectual y político.

¿Le ve al frente del Consell?

No.

Valóreme a Francisco Camps.

Me esperaría a que se acabe el juicio y el cohecho impropio del magistrado Sr. Flors, que fue juez de Alzira cuando yo empezaba en la alcaldía y que esa una persona de una dignidad intachable. Ojalá hubieran muchos magistrados como él en España. Me gustaría fuera el presidente del TSJ.

Y a Jorge Alarte.

Es una persona a la que desconozco totalmente. El mejor favor que puedo hacerle es desearle lo mejor sin entrar en más consideraciones.

Los escándalos salpican a casi todos los partidos. ¿La política está en crisis como la economía?

La economía está en una crisis total y los partidos en una crisis casi total, la prueba está en la valoración que hacen los españoles de los partidos ya que el 65% considera que todos los políticos o van por el dinero, para ser corruptos, o para situarse, tener un sueldo y mejorar a través de la política.

¿La corrupción es inherente a la política?

No debía de serlo. Quizá sea una de las cosas que menos se persigue y que más se debía perseguir, porque la persona que ostenta una representación pública debe ser mucho más honrada y mucho más honesta que el resto y en España, en muchas ocasiones, no se da esa circunstancia.

¿Qué piensa cuando lee hablar de una trama en torno la Conselleria de Cooperación?

Espero que estas cosas se diriman en los tribunales, si es que llegan, son los que tienen la última palabra.

¿Tiene plena confianza en su hermano?

Yo he confiado siempre en mi hermano.