¿Hay más críticos de arte que artistas críticos en Valencia?

(Risas). Hay más críticos de arte, sí, pero eso no quiere decir que todos los artistas compartan una misma actitud política o crítica sobre lo que nos rodea. De hecho, artistas críticos sí que los hay, pero en una sociedad como la valenciana, donde las críticas no son bienvenidas, resultan invisibles.

Usted pide más arte político.

Bueno, yo pido más crítica de la sociedad civil en general. El arte es una parte de la sociedad civil y debería hablar más de las contradicciones y paradojas sociales. Pero es que la sociedad valenciana parece dormida, con la que está cayendo...

¿Y el arte valenciano no está dormido?

¿Pero qué es el arte valenciano? En 2010 cayeron dos galerías importantes como La Nave y Tomás March; cayeron dos espacios alternativos como La Perrera y Otro Espacio; se cometió la censura del Muvim que obligó a dimitir al catedrático Román de la Calle; ahora [la diputación] va a cerrar la Sala ParpallóÉ Se han cargado el arte valenciano. El arte no interesa a los políticos en general, pero el PP aún lo ve como el reducto de los rojos que siempre están dando problemas. No lo ve como un foro de conocimiento, diálogo y discusión, sino como el espacio de los adversarios.

¿Y qué hacen los artistas

Los artistas han perdido su compromiso con el colectivo y van a la suya. No quieren asociarse y son más individualistas.

¿La política ha amordazado al arte?

Sí, sí. Precisamente lo que hizo el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana fue amordazar al arte. Promovía muchas publicaciones y exposiciones, pero para controlarlas. Y en los últimos años, además, se ha perdido presupuesto y mucha iniciativa.

¿Cómo puede el arte, como usted dice, "reinventar la democracia"?

El arte es un espacio de acción y no sólo de decoración, como mucha gente quiere verlo. Y es un espacio de libertad donde poder ser crítico. Nos venden que la democracia es la solución, la única forma política en la que podemos vivir. Pero es preciso hacer notar que nosotros entendemos la democracia de otra forma, y no como un sistema donde se censuran exposiciones, donde se arrincona al sector de la cultura, donde se pasa por el forro al Tribunal Supremo en la cuestión del CabanyalÉ Por eso hay que reinventar la democracia, desde el arte y el activismo, mediante estrategias alternativas capaces de evidenciar que realmente no vivimos en una auténtica democracia.

¿Los artistas valencianos deberían salir a la calle ante las próximas elecciones autonómicas?

Sí, pero es que están muy desmembrados. Deberíamos salir toda la gente implicada en el mundo de la cultura porque todos estamos igual: artes escénicas, cine, música, ¡los cantantes en valenciano no te digo ya!É Porque no olvidemos cuál es el gran problema: las cosas públicas se están gestionando como algo privado.

Es muy crítico con la política. Le invito a hacer algo de autocrítica sobre la "cultureta".

De la cultureta hago una crítica importante: el arte contemporáneo, muchas veces, ha dado la espalda a la sociedad. El arte contemporáneo tiene que ser más didáctico y evitar así que la gente vaya a las exposiciones pensando de entrada que le están tomando el pelo.

Pero yo me refería más a los artistas que se enganchan a la "teta" pública...

Eso es otro tema importante fruto de la precariedad del sistema cultural. Sí, todo el mundo quiere engancharse al sistema, y cuando se engancha, "donde dije digo, digo Diego" y sirvo a los políticos que me dan de comer. Pero eso cambiaría si los responsables culturales no fueran elegidos por los partidos políticos y fueran independientes. Consuelo Císcar, que está al frente del IVAM -y todos lo sabemos- porque es la mujer de [el conseller] Rafael Blasco, ha comprado a muchísima gente: a críticos, artistas, comisarios, teóricos...

¿El PP ha comprado a la cultura?

La ha malcomprado y la ha conseguido anular. Zaplana sí que entendía la cultura como un bien, aunque fuera propagandístico. Pero a Camps, que ha elegido la política de espectáculos deportivos y grandes edificios, no le interesa la cultura.