La dirección nacional del PP tiene desde ayer un clavo ardiendo menos al que agarrarse en su aspiración de que la decisión del juez sobre la apertura de juicio oral al presidente Camps por cohecho impropio se demore hasta después de elecciones. La negativa de la sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana de aceptar uno de los recursos claves de la defensa -el relativo a las escuchas de la cárcel- acerca el temido escenario de un candidato a la Generalitat pendiente de juicio.

Tal como adelantó hace dos semanas Levante-EMV, Génova confiaba ( así lo había traslado Federico Trillo al PP) en que la estrategia de la defensa del presidente, que ha presentado numerosos recursos tanto al juez como a la sala, permitiría dilatar el proceso y dar un respiro a Camps para campaña electoral.

Sin embargo, el varapalo del TSJ-CV complica el futuro político del presidente al que cada vez le queda menos oxígeno. Aunque todavía queda un recurso pendiente de resolver por el alto tribunal -los letrados del jefe del Consell han reclamado que se incorporen otras grabaciones a la causa- y es muy probable que las otras dos peticiones rechazadas ayer por Flors acaben también en apelación; en medios judiciales se da por seguro a estas alturas del proceso el TSJ-CV no enmendará al instructor.

Oficialmente, la dirección nacional insiste en que Camps será el candidato. El PP regional difundió el pasado jueves que Génova ha previsto para los días 4 y 5 de marzo un acto en Mallorca para presentar a los candidatos autonómicos, una suerte de proclamación de los cabeza de cártel al que está invitado el jefe del Consell. Además el respaldo público de Mariano Rajoy ha sido en los últimos tiempos bastante contundente.

Pese a todo, fuente del PP consultadas por este diario creen que la estrategia de Génova se replanteará si Flor decide a las puertas de la campaña electoral sentar al presidente en el banquillo. En privado, varios dirigentes del PP valenciano admiten que una campaña electoral en estas circunstancias sería dramática tanto para el aspirante como para el resto del partido. Si no se acepta ningún recurso, el calendario judicial más probable es que como muy tarde en abril, Flors se pronuncie sobre la apertura de juicio.

De decantarse por esta opción -pocas dudas hay al respecto teniendo en cuenta la calificación del fiscal- el panorama hasta el 22-M será durísimo. Aunque está prácticamente descartado que la vista se celebre antes de elecciones, el margen de tiempo es suficiente para que se avance en la selección del tribunal, lo que aventura un panorama mediático poco atractivo para un aspirante a la presidencia de la Generalitat.

El PP, además, tendrá más complicado defender al jefe del Consell con el argumentario utilizado hasta ahora. Prácticamente desde que se inició el caso, los populares, tanto en Madrid como en Valencia, han tratado de presentar el caso de los trajes como un persecución política contra el presidente. Los informes policiales que inculpan a Camps y al resto de imputados han sido denostados por considerarlos de parte y que respondían a los intereses políticos del Gobierno central. Lo mismo se ha dicho de la a Fiscalía, a la que se considera imparcial y que actúa a las órdenes de Zapatero. Está por ver si se mantendrán los argumentos cuando el pronunciamiento parta del magistrado.

Todas las hipótesis

De ahí que muchos dirigentes del PP consideran que el futuro inmediato es una incógnita y que todas las hipótesis están abiertas, incluidas un relevo del candidato. Cabe recordar que no hay fecha para la reunión del comité electoral nacional, órgano al que le corresponde por los estatutos del partido, ratificar a los candidatos autonómicos y la propuesta formal del órgano regional ni si quiera se ha hecho. De ahí que el acto del 4 y 5 de marzo no es el definitivo y todavía hay margen para que Rajoy cambie de opinión. Eso sí, lo que no parece probable es que Camps tire la toalla. El presidente está convencido de su inocencia y, a pesar de lo que se le viene encima, está decidido a que sean las urnas las que le absuelvan.

Por lo pronto, el jefe del Consell, a quien la noticia le pilló ayer de regreso de su viaje oficial a Berlín, no está dispuesto a que el proceso le cambie la agenda. El PPCV confirmó entrada la tarde su asistencia a una acto convocado por el PP provincial con todos los candidatos de los municipios de más de 20.000 habitantes. Camps, que podría haber rehuído el acto ya que su presencia no había sido anunciada con anterioridad, va optar por seguir con su agenda para trasladar una imagen de normalidad.