Eliseu Climent es claro. Se define -a estas alturas ya sin complejos- como "catalanista". Y su visión de la historia valenciana más reciente se condensa en pocas líneas. En 1960, su ideado País Valencià "era un cementerio sin expectativas de nada; era un país gris y oscuro con una lengua desterrada". En los años 70 surgió un "magma" valencianista que se expandió in crescendo hasta la Transición, donde aquella ilusión fue "aplastada por el poder estatal" y el "pacto entre Alfonso Guerra y Abril Martorell" para descafeinar el Estatuto. Después, dice, "la Batalla de Valencia" se encargó del resto. Y los ecos todavía resuenan. Según afirmó ayer en la primera sesión de seminario valencianista organizado por el colectivo Tirant lo Blanc, "el cierre de TV3 es la continuación de la Batalla de Valencia, en el sentido de que se quieren separar unos territorios [Cataluña y la Comunitat Valenciana]", porque aquel combate simbólico de los años 70 y 80 fue "una herida mal cerrada".

Sin embargo, Climent quiso destacar el amplio respaldo popular que están concitando las manifestaciones contrarias al apagón de la emisora catalana. Es coherente con su discurso, según el cual el sentimiento valencianista "ha registrado un avance indudable" en los últimos años. "Ahora, el valencianismo es una cuestión transversal. Todos los partidos quieren ser valencianistas. Es un sentimiento que ha aumentado, con base social, pero al que le falta fuerza política".

El "problema de Alicante"

Climent alertó sobre otra cuestión pendiente. "Queda el problema de Alicante -dijo-, que es muy importante, peligroso y definitivo. Alicante es clave, porque sin Alicante no hay país. O integramos esa zona o será muy difícil avanzar". También destacó que la lucha por el eje mediterráneo "está haciendo desaparecer los fantasmas en la relación entre una y otra parte del Ebro". No obstante, insistió en que 300 años después de la Guerra de Sucesión, los valencianos "todavía son víctimas a nivel fiscal y de infraestructuras". Eso sí: "Nunca nadie -finalizó- se ha de desanimar en este país, porque no hay mal que cien años dure". Y ahí prefirió olvidar el mal de Almansa.

El apagón de la emisora se traslada a las Corts

El debate sobre el fin de las emisiones de TV3 se trasladó ayer a las Corts Valencianes y no solo para tratarse en el hemiciclo valenciano. Un grupo de jóvenes del colectivo juvenil e independentista Maulets realizó un acto de protesta en el que se denunciaba la "censura" con la escenificación del salón de una casa. Por su parte, a preguntas de Compromís, la consellera portavoz, Paula Sánchez de León, aseguró que las multas impuestas a ACPV no tienen nada que ver con las irregularidades cometidas por las TDT locales, todas afines al PP. Sánchez de León manifestó que en el caso de TV3 se trata de "emisiones ilegales" y en el de las TDT "legales".