Los copiones van a tener algo más complicado plagiar textos en internet, sobre todo los traducidos. El investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, Paolo Rosso y el estudiante de doctorado, Alberto Barrón-Cedeño, han desarrollado una herramienta que permite detectar automáticamente estos plagios.

El método se basa en modelos de traducción estadística que aprenden cuáles son las potenciales traducciones de un texto de un idioma a otro a partir de grandes colecciones de documentos. Así, se calcula la similitud entre ellos.

Fuentes de la Politécnica explicaron ayer que estos expertos trabajan en el Laboratorio de Ingeniería en Lenguaje Natural (Lab NLE), integrado en el Grupo de Ingeniería del Lenguaje Natural y Reconocimiento de Formas (ELiRF) de la Politècnica de València. El trabajo acaba de ser publicado en "Languages Resources and Evaluation Journal" y se enmarca dentro del proyecto Text-Enterprise 2.0, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Rosso subraya que estos plagios "se han incrementado por la facilidad para acceder a las fuentes de información a través de medios electrónicos" y reconoce que su detección es "prácticamente imposible de forma manual".

En su opinión, el plagio traducido es más frecuente cuando la información que se busca "no está disponible en la Web en el idioma materno, por ejemplo el valenciano. El objetivo es proporcionar la evidencia necesaria para que un experto tenga las mejores condiciones posibles para tomar una decisión final respecto a si ha habido o no plagio".