El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, aseguró ayer que el "tubo" del trasvase del Ebro "se hará", si bien esta histórica reivindicación de los populares valencianos ha caído del programa electoral con el que se presentarán a las próximas elecciones. El documento, que fue presentado ayer en un acto en el Museo de las Ciencias Principe Felipe, recoge la apuesta por los trasvases, pero omite citar de manera expresa el del Ebro, aunque sí hay referencia a transferencias imprescindibles como las del Tajo-Segura. Como ya adelantó Levante-EMV, el programa marco del PP nacional, que suprime las referencias a las transferencias de aguas sobrantes a cuencas excedentarias, ha condicionado al PP valenciano, que ha buscado una fórmula que no moleste a Génova. Así, aunque reclama el derecho al agua, no hay mención al derogado Plan Hidrológico Nacional. En concreto, el PP reivindica una nueva planificación hidrológica que contribuya a "paliar los déficits hídricos en todas las comunidades autónomas y ponga fin a las actuales disputas territoriales por el agua".

Quizás consciente de esta renuncia en el papel, Camps se vio ayer obligado a mantener viva su reivindicación al menos en el plano discursivo. Ante alrededor de medio centenar de personas -además de cargos y militantes hubo una nutrida representación de la sociedad civil valenciana-el jefe del Consell defendió la ejecución del Plan Hidrológico Nacional aprobado durante el Gobierno de Aznar y justificó su petición en que la Comunitat Valenciana ha cumplido con su parte al invertir en políticas hídricas: "Hemos hecho lo más complicado; lo más fácil es construir el tubo y se hará", aseguró.

El jefe del Consell, que habló de todo durante una hora, hizo un balance triunfalista de su gestión y la puso como aval de sus compromisos."Hacemos de todo; solo nos falta fabricar cohetes para ir a la luna", aseguró un eufórico presidente que insistió en que la Comunitat Valenciana será la primera en salir de la crisis. "Por eso podemos hablar de aeropuertos, de más aeropuertos", dijo en alusión a la polémica inauguración del aeródromo de Castelló. Y añadió: "Quiero barcos, trenes, aviones y camiones".

El documento, que ha coordinado el conseller y portavoz del grupo popular, Rafael Blasco, contiene más de un millar de propuestas -los populares han editado un cuadernillo con una selección de cien ideas- entre las que destacan las relacionadas con la austeridad. "Haremos más con menos personas", indicó Camps, quien aseguró que el objetivo principal es cumplir "los sueños" de la sociedad civil valenciana a la que pidió su apoyo para convertir el programa electoral en programa de gobierno.

Aunque se comprometió a seguir reivindicando ante el Gobierno central la cuestionas claves para Valencia -exigió un mercado único y no fraccionado-, su tono hacia Madrid resultó menos crítico. No citó a Zapatero y tendió la mano para llegar acuerdos con el Estado y otras comunidades.

Por su parte, Blasco aseguró que el PP es el único que puede exhibir ante el 22-M la experiencia de 16 años en el gobierno. La directora de campaña Paula Sánchez de León dijo que la prioridad es crear empleo.