El mayor incendio forestal en lo que va de año en la Comunitat Valenciana quedó estabilizado ayer hacia las 11 horas en Benicolet tras arrasar 1.480 hectáreas, cifra que triplica por el momento la anunciada en un comunicado oficial por la Generalitat , 500 hectáreas, el sábado a media tarde, en cuanto a la superficie calcinada por las llamas. Durante toda la tarde y noche del sábado al domingo, según fuentes de las Conselleries de Medio Ambiente y de Gobernación, uno de los flancos del siniestro siguió en activo arrasando un gran número de hectáreas y obligó a las brigadas a emplearse a fondo para que el fuego no llegase a afectar a las viviendas de la zona. Además, lo escarpado del terreno y la presencia de un baranco, dificultó las labores de extinción lo que explica, que en pocas horas, aumentase la superficie quemada. El fuego fue intencionado, según ha confirmado la Guardia Civil a Gobernación. La Benemérita sigue varias pistas para tratar de encontrar al pirómano o pirómanos, que provocaron el desastre ecológico en Benicolet, aunque las llamas se extendieron a los términos de Pinet, Almiserà y Llutxent.

En cuanto a los 60 desalojados del sábado, todas estas personas ya están en sus hogares. De hecho,según declararon testigos presenciales a Levante-EMV hacia las 3 de madrugada del domingo, los habitantes de varias casas ubicadas en el término de Ròtova tuvieron que ser desalojados, -una docena de personas, en total- ante la cercanía del fuego. Sin embargo, estos residentes en la urbanización de Les Planes pronto volvieron a sus viviendas, lo mismo que 40 vecinos de la urbanización Monte Vernissa, de Almisserà, que fueron evacuados el sábado y que esa misma noche ya pudieron dormir en sus hogares; y otro grupo de Ròtova, 20 personas, que salió de sus propiedades el sábado y que también volvió a sus inmuebles una vez controlado el siniestro.

Tal como anunció ayer el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, las tareas se centran ahora en sellar y enfriar el perímetro, realizando además descargas de retardantes. Paralelamente, el incendio forestal de Benigembla, en la provincia de Alicante, sigue también estabilizado y sin llamas. Un total de 96 hectáreas fueron arrasadas por el fuego.

Castellano declaró que un total de 450 efectivos seguían trabajando ayer en la extinción de ambos siniestros. A los medios terrestres, se sumaron, desde primera hora, un total de 24 medios aéreos, según la misma fuente. El titular de Gobernación aseguró que si las condiciones climáticas no varían, la evolución de las tareas de extinción seguirán siendo favorables en Benicolet. Este es el siniestro más importante en 2011. Hace apenas 8 meses, otro incendio arrasó 2.500 hectáreas, afectando a Bocairent, Ontinyent, Alfafara y Simat de la Valldigna, entre otras localidades.

Por su parte, el presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, manifestó ayer en una nota pública su preocupación por los últimos incendios forestales declarados en la Comunitat Valenciana y reclamó "una política de gestión sostenible de los bosques y una adecuada planificación del territorio y los usos del suelo, como principales medidas de prevención". En esta línea, insistió en "un mayor control de las prácticas de quemas agrícolas" y pidió "la consideración penal de los incendios forestales como crímenes contra la Humanidad y la Biosfera".

"El sábado no hubo medios autonómicos"

El portavoz de Compromís, Enric Morera, aseguró ayer por la mañana que muchos militantes y simpatizantes de la coalición, "se han puesto en contacto conmigo para informarme de la desastrosa gestión de la Generalitat en la lucha contra los incendios de la Safor y de la Vall d'Albaida. Sin ir más lejos, en Ròtova constatan que hoy -por ayer- se han empezado a ver medios autonómicos porque ayer quienes lucharon contra las llamas fueron los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias". La UME depende de la administración central, no de la autonómica. Compromís agradeció al gobierno de Castilla-La Mancha "su solidaridad y su apoyo, ya que ha enviado un helicóptero para atacar desde el aire al fuego", ante "la falta de medios humanos y materiales de la Generalitat". Morera enfatizó que las privatizaciones de servicios forestales, los impagos a empresas y los recortes presupuestarios "nos han llevado a la peor gestión forestal de la historia, y ha venido de la mano de Camps".