Cuánta desesperanza acumulaba Betsabeth, la venezolana de 35 años, licenciada en Derecho, con dos másters y cinco idiomas cuando tras dos años y dos meses de vivir orillada en la calle con su esposo Vicente Navarro, y tras haber visitado más de sesenta centro de empleo para discapacitados decía amargamente que a ella la cultura no le servía de nada. Y un currículo como el suyo jamás le sacaría de ese infierno.

Como abogada será magnífica -sus compañeros de master han acreditado a Levante-EMV que es una mujer muy inteligente y estudiosa- pero como adivina no se ganaría ni un corrusco de pan porque 120 horas después de pronunciar aquellas desalentadoras palabras Betsabeth entraba resplandeciente en su nuevo despacho de abogada. "Esto es un shock terriblemente hermoso", declaraba conmovida a este periódico.

"Mis compañeros, amigos y conocidos me han dicho: 'Has vuelto a ser la misma de antes: lavadita, limpita, perfumadita y con ganas de vivir'", agregó.

El director del Centro Especial de Empleo número 130 de Paterna leyó el jueves 7 de abril la noticia de que una discapacitada, embarazada de cuatro meses, con dos master y una prestigiosa formación vivía en la calle como una indigente e inmediatamente activó los recursos, proporcionó un piso a la pareja y le ofreció a ella un contrato de trabajo. Veinticuatro horas después de dar a conocer su situación en este periódico, Vicente Navarro y Betsabeth empezaron a creer en los sueños cumplidos al insertar la llave en la cerradura de su nuevo piso en el barrio de Benicalap.

Estaban tan conmocionados que ninguno de los dos daba crédito al vuelco de su vidas."Aún no me lo creo", decían ambos.

La oferta del Centro Especial de Empleo derribó el mayor de los temores de la pareja, pesadilla diaria de Betsabeth, que era la posibilidad de que les arrebataran a su hijo recién nacido por no poder alojarle bajo cubierto.

La letrada tuvo ayer su primera reunión laboral. Ya conoce su horario y sus condiciones y hoy firmará el contrato de carácter indefinido.

De momento, y hasta que llegue la homologación oficial de su título de licenciada en Derecho, trabajará como auxiliar administrativa en el Departamento de Asuntos Sociales y cuando pueda colegiarse -los mil euros del alta los pagará la entidad contratante- se integrará en el área jurídica.

"Tengo muchas ganas de trabajar, estoy muy contenta y muy alegre por todo lo que estoy viviendo; me han recibido de una manera muy respetuosa y con mucha calidez, he salido del infierno pero todavía no termino de creérmelo", expresa. Betsabeth reconoce que ayer en su primer día de trabajo no hizo mucho, pero está dispuesta a darlo todo.

Ingresos propios y subvenciones

El objetivo del Centro Especial de Empleo que ha contratado a Betsabeth es, precisamente, buscar trabajo a discapacitados. Y lo hacen de dos maneras: o los contratan directamente o los inscriben en un programa de inserción laboral en las mismas instalaciones para luego emplearlos. Así lo declaró a Levante-EMV Roberto Díaz, el director técnico de la entidad que ha contratado a la abogada y que, además, le ha ofrecido una vivienda.

El responsable informó que el Centro se financia con los ingresos que obtienen de sus clientes ( comunidades de vecinos, prestaciones de servicio...), aunque este año también han recibido una subvención de más de un millón de euros de la Conselleria de Economíay Empleo.