El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ha trasladado este domingo las condolencias en nombre del Consell y de todos los valencianos por el fallecimiento del cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo emérito de Valencia, que ha muerto a los 80 años en Roma, donde había acudido para participar en la ceremonia de beatificación del Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro.

La Generalitat, en un comunicado, ha querido así expresar su "más sentido pésame" y ha destacado la "gran labor" llevada a cabo por García-Gasco en Valencia. En este sentido, ha recordado que es Hijo Adoptivo de la ciudad y que "ha llevado el nombre de la Comunitat Valenciana por todo el mundo desde que en 2007 fue proclamado Cardenal por el Papa Benedicto XVI".

Asimismo, el Gobierno de Francisco Camps ha destacado los "grandes proyectos" puestos en marcha por García-Gasco en Valencia como es la Universidad Católica de Valencia. Con la "proximidad y cercanía que le caracterizaba", el cardenal recibió al Papa Benedicto XVI en su primer viaje a España para presidir el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha contactado este domingo con el arzobispo de la ciudad, Carlos Osoro, para que traslade su "más sentido pésame y condolencias" a toda la Iglesia valenciana y a la familia del cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo emérito e Hijo Adoptivo de Valencia.

Barberá, en un comunicado, ha recordado que Agustín García-Gasco tuvo un papel "destacadísimo" para que Valencia acogiera en el año 2006 el Encuentro Mundial de las Familias y la visita de Su Santidad el Papa Benedicto XVI.

Durante los 15 años que estuvo Agustín García-Gasco al frente de la Archidiócesis de Valencia llevó a cabo una "fecunda labor", según la primera edil, lo que supuso su nombramiento como cardenal y "el que la ciudad de Valencia volviera ser sede cardenalicia 86 años después", ha destacado.

La alcaldesa de Valencia también ha informado de que, en señal de duelo, las banderas del Ayuntamiento de Valencia, de los museos y de los edificios consistoriales de la ciudad ondearan a media asta.

CONDOLENCIAS DEL GOBIERNO

El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha trasladado, en nombre del Gobierno, sus condolencias, al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, por el fallecimiento este domingo del cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo emérito de Valencia, según han informado a Europa Press fuentes de Presidencia.

ALARTE DESTACA EL SERVICIO

El secretario general del PSPV y candidato a la Presidencia de la Generalitat, Jorge Alarte, ha expresado este domingo sus "más sinceras condolencias" por el fallecimiento del cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo emérito de Valencia, que ha muerte en Roma a los 80 años.

"Quiero expresar públicamente mi más sincero pésame y mis condolencias". Así lo ha trasladado por escrito el líder de los socialistas valencianos al actual arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro.

Jorge Alarte, en un comunicado, ha destacado la trayectoria de García-Gasco "al servicio de la sociedad valenciana, desde sus ideas" y ha mostrado su "profundo pesar".

EL MIGUELETE TOCA A DIFUNTOS

Las campanas de la torre de la Catedral de Valencia --conocida como el Miguelete-- han iniciado ese mediodía el "toque de obispo difuntos" por el fallecimiento en Roma del cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo emérito de Valencia, a los 80 años de edad.

El toque, conocido como 'entrá', se empleaba ya en el siglo XV en la Catedral de Valencia como "aviso inmediato tras la muerte de un obispo", según ha informado el Arzobispado de Valencia en un comunicado.

Minutos antes de este "toque de difuntos", los mismos campaneros estaban volteando las campanas de la torre del Miguelete con motivo de la ceremonia de beatificación del papa Juan Pablo II en Roma.

MUERTE EL DIA DE LA BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, considera que la muerte de su predecesor, el cardenal Agustín García-Gasco, el día de la beatificación de Juan Pablo II "ha sido como un reconocimiento a su fe y a la adhesión a la Iglesia que manifestó durante toda su vida".

Monseñor Osoro ha destacado que "en un día de una alegría inmensa por la beatificación de Juan Pablo II, he sentido también la tristeza porque nos ha dejado don Agustín", según ha informado el Arzobispado en un comunicado.

El prelado, que ha visitado al concluir la ceremonia de beatificación la residencia de las Obreras de la Cruz donde ha fallecido el cardenal García-Gasco, ha señalado que "Dios tiene para cada uno los días señalados y parece como un regalo para Agustín el que le haya llamado aquí en Roma, junto al sucesor de Pedro, el mismo día en que Juan Pablo II era proclamado beato".

"Ha sido como un reconocimiento a su fe y a la adhesión a la Iglesia que manifestó durante toda su vida", ha añadido el prelado, que ha participado en Roma en la beatificación de Juan Pablo II junto con su obispo auxiliar, monseñor Enrique Benavent.