La Audiencia de Valencia ha impuesto sendas multas de 1.080 euros a unos padres por el absentismo escolar de sus dos hijos desde los cinco años. La familia vive en la Malva-rosa de Valencia y el último centro en el que estuvieron matriculados los menores fue el instituto Isabel de Villena. La madre, según recoge la sentencia, llegó a decir que prefería que su hija de trece años estuviera en casa "con su novio" que "revoloteando por la calle". Los acusados han sido condenados por un delito de abandono de familia.

El fallo considera probado que los menores acudían de "modo esporádico" a los centros escolares en los que estaban matriculados desde que eran pequeños. Los problemas comenzaron cuando los niños tenían cinco años. Los servicios sociales lograron paliar el absentismo escolar de los menores -a pesar de la pasividad de los padres- hasta el curso 2007-2008, en el que fueron matriculados en el instituto Isabel de Villena de Valencia. Ese curso, el absentismo de la hija de 13 años fue del 52% y el del hijo de 12 años rondó el 30%. El problema se repitió en el siguiente curso.

El titular del juzgado de lo Penal de Valencia condenó a los padres y ahora la Audiencia acaba de ratificar el fallo. La sentencia recoge que los técnicos de los Servicios Sociales detectaron el problema en el curso 2001-2002 y el absentismo se cronificó en el año escolar 2003-2004. La Audiencia advierte de que con esa edad los niños deben ser llevados por sus progenitores al colegio por lo que su inasistencia no puede ser más que imputada a su negligencia como padres.

Siempre con excusas

El fallo apunta que los padres siempre acreditaban excusas como el fallecimiento de algún familiar o la enfermedad de los niños. La sentencia explica que en un curso pareció remitir el absentismo, pero a partir de 2007-2008 volvió a producirse de forma más acusada.

La Audiencia destaca que "si no se adquiere el hábito de asistencia en edad temprana, el problema no sólo se cronifica sino que provoca otras consecuencias desfavorables en las conductas de los menores". De hecho, los menores tuvieron problemas con algunos compañeros.

La sentencia lamenta "la nula conciencia respecto a la importancia de la educación" que tenían los padres a pesar de la intervención de los técnicos.